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➊⓿

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Jisung

Un pequeño niño corría de un lugar a otro en el jardín de su casa, en Malasia. Aunque bueno, de pequeño ya no tenía mucho.

   —¡Jisung, es hora de irnos! – le avisó su hermano mayor, Christopher.

Jisung siempre fue un chico un poco distraído y tímido, pero a la que le dabas cuerda ya no había quien lo parará. Su hermano siempre le decía que parecía un rayo de sol. Hace unas semanas su hermano le había dicho que tenían que ir a Corea. ¿Por? Jisung aún no lo sabía.

Lo único que sabía el pequeño es que su hermano comenzó a salir con una japonesa que residía en Corea, que en el verano anterior, fue de vacaciones a Malasia. Donde su hermano mayor y la chica se conocieron.

Jisung dejó de jugar en el jardín de su – ahora – antigua casa. Se dirigió a donde su hermano lo esperaba para despedirse de sus padres y su hermana gemela, Hannah.

   —Me llamas todos los días. ¿Ok? – le dijo su hermana.

   —¡Claro! – le sonrió.

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Ya pasado los años, Jisung aún se acordaba cuando un chico chocó con él por andar distraído. Desde ese día sabía que debía volver a verlo… Y bueno, ahora son mejores amigos. Jisung sabía que lo que sentía por Lee era algo más que amigos, pero tenía miedo. Mucho miedo. Puede parecer algo estúpido, ya que Minho siente lo mismo hacia Jisung, pero él no lo sabía.

Cuando Minho le mintió, le dolió. Pensó que era lo suficientemente cercanos para contarse todo, pero al parecer se equivocó. Ahora el pequeño rubio estaba sentado en el sofá de la casa de su hermano y su cuñada, comiendo helado y viendo películas de Disney junto a Sana.

   —¿Y si hacemos un muñeco? – comenzó a cantar Sana mientras comía helado de chocolate.

De repente, el sonido de la puerta siendo abierta los espantó a ambos, haciendo que los dos muchachos mirarán a esa dirección.

   —¿Qué hacen? – dijo Chan terminando de entrar.

Jisung amaba algo de su hermano, y es que siempre era demasiado educado.

   —Dramatizar – dijo simple Sana –, tú hermano discutió con tú futuro cuñado – le dijo haciendo reír a Chris y sonrojar a Jisung.

   —¡No lo será! – dijo el de mejillas grandes, para proceder llevar una cuchara del helado a su boca.

   —No lo niegues, ambos se aman – susurró Sana, solo siendo escuchada por Chris.

Chan se sentó alado de Jisung y le preguntó con la mirada que había pasado para que su hermano y Minho hubieran discutido.

   —Me mintió – dijo –. ¡Me mintió! – gritó señalando a Chris con la cuchara amenazándolo.

   —Ya entendí, ya entendí.

Luego de eso, Han volvió a su burbuja de pensamientos y recuerdos. Y de repente se acordó de su hermana gemela, sabiendo que no la había llamado ese día y era tarde en Malasia.

   —Hannah me va a matar – dijo asustado.

Si había algo admirable en Jisung, era que siempre cumplía con sus promesas. Y esta no era la excepción.

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   —¿Quieres que los ayudemos? – preguntó Sana desconcertada al teléfono –. Si entiendo… Voy para allá.

Jisung se preguntó quién había llamado para que Sana se tuviera que ir así como así, aunque al final llegó la conclusión de que podría haber sido Momo o Mina.

Otra cosa de Jisung, es que es muy curioso. Y eso a veces le traía algún problema.

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