Abrí los ojos y salí de ese instante mágico. Sin apartar la mirada del cielo estrellado, me fijé en la estrella que destacaba, ésa brillaba más que las otras. Algunos dirán que ese astro tan bonito es Marte, otros dirán que es la estrella que usan los marineros para poder ubicarse y la mayoría de las personas pensarán que es una estrella normal y corriente como todas las otras.
Yo, sin embargo, se que esa estrella es como yo, especial, gracias a ella, he entendido que lo bonito, no es ser como todas las demás estrellas para encajar, hay que ser diferente, hay que ser uno mismo para poder destacar.
Y así lo hice, después de ese momento lo único que intento, es empezar a ser yo mismo. Al principio parece fácil y te sientes mal, hasta que comprendes que es más difícil de lo que parecía.
Fue entonces cuando comencé a pensar en preguntas que solo yo podría responder con el paso del tiempo. La única pregunta que me repetía todos los días, de la cual no sabía la respuesta, era esta: ¿Quién soy de verdad? De primeras parece una pregunta sencilla, sobre todo para las personas que han tenido una vida bonita y fácil, sin grandes curvas; En cambio yo he tenido tantas versiones de mi mismo para poder encajar con la gente, que me parece imposible saber cual de esas versiones soy yo en realidad.
Pensé que una de las opciones era crear otra nueva versión, la cual me permitiría ser yo misma. Esa era la versión que mas me gustó, la única que deseaba ser desde pequeña : Una chica segura de sí misma, valiente, que no le afectasen las palabras hirientes de la gente, que se vistiera como quisiera, que quisiera a los q merecen la pena y olvidara a todos los demás, pero sobre todo una chica que se quisiera a ella misma.
