Los Hijos de Hanguang-Jun. Cultivación Oscura (2)

Los hijos de Wei Ying

Nota: Sí, Lan Wangji habla más en mis historias porque el nacimiento de su hija junto con la muerte de su alma gemela le tiene harto de su propia secta...

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Su pequeña corría demasiado... y eso le encantaba. Tenía la edad perfecta para jugar con su hermano mayor y con Lan Jingyi, quienes estaban justo en ese momento cuidándola mientras jugaban con los conejos.

- ¿Lo ves? – decía el pequeño Jingyi – Son blancos y son suaves... ¡Son como las nubes! –

- A-Xiang... tómalo despacio – Lan Yuan puso el conejito blanco sobre los brazos de su hermana con mucho cuidado – Es pequeño, y tú eres fuerte – la niña miraba con un brillo especial en los ojos a la pequeña bolita blanca en sus brazos – Debes tomarlos con cuidado –

- Sí, gege... - la pequeña Lan rascó con suavidad la cabeza del conejo, que de inmediato se acomodó mejor en los brazos de la niña. Lan Wangji a duras penas había dejado que Yuan fuera a sus clases, incluso los primeros días había terminado con A-Xiang en brazos para irlo a buscar... y ahora ella también empezaba las clases.

- Papá, no te preocupes – dijo Yuan, tomándole la mano – Le di al conejito más cariñoso... no le hará nada malo a meimei –

Hanguang-Jun sonrió a su hijo y le dio una palmada en la cabeza.

- ¿La protegerás siempre? –

- ¡Mn! –

- Mañana debes llevarla a clases, papá tiene que visitar a una amiga – le dijo, el niño escuchaba atento – Cuando las clases terminen van con su abuelo, ¿sí? –

- Papá... ¿A-Yi puede acompañarnos? –

- A-Yi puede acompañarlos – le respondió, mientras el niño nombrado sonreía – También cuídalo –

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- Me sorprende la forma en que estás sanando, Wangji – mencionó Luo Qingyang, revisando el torso desnudo de Lan Wangji – Sé que han pasado cuatro años... pero mi maestro dice que muchos hombres empiezan a sanar después de cinco o seis años... y tú estás casi... completamente bien... -

- Los apuntes de la señorita Wen son certeros – le dijo, acomodándose sus túnicas sin sentirse avergonzado por aquella mujer – Si los quisieras... -

- Mi maestro se niega, Wen Qing pudo haber sido inocente, así como su familia... pero el apellido Wen sigue siendo malo para él –

Desde que MianMian apareció en el momento que Lan Nianxiang venía al mundo, nunca dejaron de verse. Compartían sentimientos de protección por Wei Wuxian, diferentes unos de los otros, pero ambos creyeron en él hasta el final.

Ella le visitó constantemente cuando la bebé nació. Le limpiaba la herida y le revisaba a la bebé. Hanguang-Jun se negaba a que los sanadores de su clan la tocaran. Desde entonces... han sido de los mejores amigos.

- ¿Cómo fue el primer día de clases de tu hija? – le preguntó, sirviendo algo de té – Me imagino que fue difícil dejarla ir... -

Lan Wangji, el hombre que había ocultado sus sentimientos de aparente pérdida, dejó caer esa fachada seria y firme para mostrar sus reales sentimientos. Sus ojos parecieron perder el brillo, mientras su boca delataba tal tristeza.

- Desde que traje a A-Yuan... nunca he estado completamente solo en el Jingshi – comenzó él, evitando mirar a MianMian a los ojos – Es... vacío. Tengo pesadillas donde ellos nunca vuelven a casa... sé que es mi hogar... pero no me siento seguro ahí –