Como es costumbre algunas ocasiones los ángeles bajan a la tierra a disfrutar de la vida mundana y por supuesto a divertirse aunque los tiempos cambian y con ellos la humanidad.
En una habitación iluminada por los rayos de luz un chico de cabellera rubia observaba su reflejo en el espejo largo, tiene una belleza inimaginable, su cabello ligeramente largo y ondulado, que hacen una combinación perfecta con sus ojos azules, su tono de piel es tan blanca como la porcelana, su nariz es pequeña como la de un botón sus labios son pomposos y rosados, tan apetecibles a simple vista, su cuerpo no tan alto es tan delicado por donde lo veas y claro que no pasa desapercibido ese sensual y perfecto trasero, y como no la va a ser tal belleza etérea, siendo uno de los hijos de Dios, es la perfección en persona, aunque eso le ha causado algunos problemas de envidia de los mismos ángeles y no se diga de los humanos. Y claro, para los demonios es un manjar andante.
—Jimin date prisa, hace diez minutos según ya estabas listo— grita Tae desde la puerta, otro ángel, que al igual que Jimin, es bello solo que con rasgos distintos, como es guapo no se puede negar lo que se ve, solo que su cabello es dorado como el sol, alto, de una sonrisa cuadrada que a causa una tentación cuando la muestra, siendo extraño al ser un ángel sus ojos son café obscuro, su porte elegante que arranca suspiros y en otros casos intimida, su piel es ligeramente bronceada y perfecta.
—Estaba en el baño, Tae— dice Jimin al salir de su cuarto, para caminar por el largo pasillo del reino Celestial, la estructura es alta y hermosa, pareciera estar suspendido y oculto entre tantas nubes, está decorado con flores de colores pastel, estas parecen nacer de las nubes ya que cuelgan entre los pilares, dando vida a unas cortinas naturales por todo el lugar, permitiendo que los rayos del astro rey iluminen, su aroma es dulce y nada molesto, los barandales son dorados y en ellos están más flores enredadas, las nubes se encargan de formar escalones y conectar la estructura.
Al llegar al salón principal tocan la puerta para avisar que van a entrar —adelante, los estaba esperando— dice Dios observando a los dos ángeles que van vestidos en sus trajes blancos y relucientes que acunan perfectamente su cuerpo, en sus rostros se logra observar una sonrisa ligera, mientras que esas hermosas y relucientes alas blancas están plegadas a su espalda,
—Padre, vamos a ir al mundo mortal— dice Tae de forma firme. Dios levanta una de sus cejas —¿cuántos días o semanas se van a quedar?— pregunta —Solo un par de días padre— dice el rubio. —Bien, me saludan a Jin, ya que no ha venido en un buen tiempo— ambos asienten y salen de aquel salón.
Al dirigirse a la entrada principal los rayos del sol pareciera que delinean más sus rasgos faciales mostrando su belleza —ricitos es momento de partir— le dice el mayor al rubio. —Tae, ya te dije que no me digas ricitos— dice pasando su mano por su sedoso cabello.
Cierran sus ojos para tomar una respiración profunda, el viento les da una suave caricia, sus hermosas alas blancas son absorbidas y guardadas por su propio cuerpo, al ser demasiado flexibles tienen esa capacidad.
Después de un momento sus trajes blancos son reemplazados por ropa colorida. Y con un chasqueo de dedos son transportados a la casa de Jin.Siempre que van a la tierra tienen que llegar a su casa, aunque como nunca saben si tendrá visitas han optado por llegar al segundo piso que es un pequeño salón reservado solo para ellos, una de las ventajas de llegar al mundo mortal es que cuentan con la hermosa tecnología.
—Cuánto extrañaba estas cositas — dice Tae al coger el móvil de un cajón. —es tan difícil que allá arriba no funcionen, ¿te imaginas las hermosas fotos que tendríamos? los efectos de luz son mejores— termina tomándose una foto.
Jimin por su parte solo se ríe, claro no sin antes tomarse su foto de llegada en la cual sonríe tan encantadoramente para después ir a imprimir y colgarla en su habitación, esta se encuentra llena de muchas fotos de todas sus vivencias al estar aqui, asi que es lo único que puede hacer coleccionarlas.
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Soy El Ángel De Un Demonio
FantasyEl destino tiene algo planeado para un pequeño ángel rubio que es la perfección por donde lo veas, demasiado adorable y para un demonio que es tan atractivo y sensual, que es la encarnación perfecta de la tentación. ¿Qué pasará cuando ángel y demoni...