Una diminuta diosa

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Hace mucho tiempo un dios decidió repartir el cosmos entre sus 7 hijos en base al poder que poseían. El primer hijo, el más fuerte, recibió billones de galaxias con una cantidad incalculable de planetas. Los otros 5 hijos recibieron cantidades variadas, algunos recibieron cientos de miles de galaxias y otros recibieron millones, pero de entre todos los hijos también había una pequeña hija. El 7mo hijo era una diosa tan pequeña que no tenía el poder suficiente para hacerse cargo de miles de galaxias, ni siquiera cien galaxias, su poder era tan diminuto que su padre solo le dejé una pequeña galaxia a su mando.

La pequeña diosa no tenía mucho poder así que se centro en un único planeta. Planto una semilla en un mundo desolado y de esa semilla emergió un árbol tan grande que tocaba nubes, la diosa comenzó a vivir en ese árbol y con su poder dió vida a los primeros humanos.

Mucho tiempo paso, el planeta que antes estaba muerto se torno verde y rebosante de vida. Los humanos que antes era escasos ahora son tan numerosos que incluso han emigrado a zonas alejadas del árbol de madre. La diosa que ahora todos llaman madre, desde el primer momento siempre se comunicó con sus hijos, ellos eran concientes de ella. Para que sus hijos siempre pudieran escuchar el canto de madre, la diosa creo una gigantesca red de raíces que provenían del gigantesco árbol y usaba los árboles más pequeños como receptores, de esa forma la diosa podría hablarle a sus hijos en cualquier lugar con árboles.

La paz duro miles de años humanos hasta que un día el hermano mayor de la diosa decidió que también quería esa galaxia. La pequeña diosa lucho y defendió su galaxia pero su poder no era nada en comparación al poder de su hermano mayor, aunque por suerte el padre de todo intervino y detuvo la pelea. El hermano mayor no se pudo adueñar de la galaxia pero por otra parte la pequeña diosa quedó muy lastimada.

La debilitada diosa no tuvo más opción que ponerse a dormir para recuperarse de la pelea y al hacerlo, corto toda comunicación con sus hijos en la tierra. Miles de años humanos pasaron, con cada nueva generación el canto de madre se perdía cada vez más, ya muchos cuestionaban su existencia aunque sentían que algo les faltaba y extrañaban algo pero no sabían que era.

Con el tiempo nuevas religiones surgieron y con ellas los conflictos, la hermandad que hace mucho unio y mantuvo con vida a los primeros humanos dejo de existir. Los que antes se llamaban hermanos ahora se matan por tierra y recursos.

Millones de años humanos pasan, madre despierta de su sueño y se sorprende al ver que sus hijos ya no la escuchan. Mientras la diosa dormía su gigantesco árbol fue destruido por religiosos que lo tacharon de herejía. Con el paso de las generaciones el nombre de de la diosa(Madre) se perdió y ya nadie la recuerda.

Sin su árbol ahora la diosa no puede hablar con sus hijos y eso la entristece mucho, pues ahora sin su fuente principal de energía, el planeta comenzará a morir lentamente.

Madre aún hoy en día sigue observando a sus hijos desde el cielo y continuará catando hasta que el planeta muera aunque sus hijos no puedan escucharla.

El Llanto De Nuestra MadreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora