๛ treinta y seis.

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CHARLOTTE BRZENSKA.

Podía sentir claramente los labios de Jean paseando por mis clavículas y sus manos recorriendo mi espalda mientras dibujaba círculos imaginarios sobre mi piel desnuda, pero no podía concentrarme en ese preciso instante. Mi mente estaba vacía, literalmente era simplemente ruido blanco y ya.

—Hey..—Jean levantó su rostro de mi cuello y me observó con esos ojos tan lindos que tiene— Linda, no estás concentrada. ¿Ocurre algo?

—Hm, nada. Es sólo que jamás imaginé estar así contigo... Simplemente lo veía cómo un sueño de tonta enamorada, pero ahora...

Jean se acomodó mejor sobre la cama y con sus brazos me acercó a su cuerpo. Nuevamente me sentía pequeña ante él, pero no me molestaba, al contrario, era bastante agradable e incluso me hacía sentir protegida. Comenzó a acariciarme el cabello y me permití cerrar los ojos, dejándome llevar por el tacto de su mano en mi cintura, sus dedos en mi cabello y el sonido de su corazón latiendo con fuerza contra mi oído.

—Me gusta estar así contigo, me gustas tú.—dijo apegándome más a su cuerpo y dejó un suave beso en mi frente— ¿Puedes prometerme algo?

—Depende.

Se sentó en la cama, obligándome a mi también a sentarme y cubrir mi cuerpo con la sábana, me sigo sintiendo cohibida al estar desnuda frente a él sin importar cuántas veces me haya visto así. Jean alcanzó mi mano sobre el edredón y entrelazó nuestros dedos, su piel estaba cálida y eso contrastaba totalmente con la mía que estaba fría. Dejé caer mi cabeza nuevamente en su pecho sin soltar su mano y sonreí, se sentía cómo si Jean fuese mi hogar.

—Prométeme que no te alejarás nunca de mí, realmente no quiero perderte.

El tono en que lo dijo logró estremecer mi corazón, no era posesivo, lo decía totalmente en serio; cómo un niño pequeño que está asustado porqué no quiere perder a su mascota o su peluche favorito. Dejé un beso en su clavícula y me aferré aún más a él, pensando en las palabras que acababa de decir. Jamás me alejaría de Jean, ni por todo el dinero del mundo, aparte de ser mi novio también es uno de los pilares más importantes en mi vida y simplemente ya no puedo imaginar una vida lejos de él, así que no, no me alejaría de él aunque nuestra relación terminara.

—Aunque terminaras conmigo aquí y ahora, yo jamás me alejaría de ti, Jeanboo.
..

Sacudí mi cabeza fuertemente y volví a centrarme en mi trabajo, borrando todo lo que llevaba del mail y volviendo a escribirlo nuevamente. Esta mañana ni siquiera tuve el ánimo de maquillarme o arreglarme, de pura suerte tuve las fuerzas para levantarme y venir a trabajar; Floch vino a dejarme y se quedó conmigo anoche, cuidando de que no hiciera alguna estupidez, básicamente cuidó de mi. Ha sido un día horrible, vagamente he intercambiado algunas palabras con Jean y meramente por temas de trabajo, se está cerrando en ello —probablemente para evadir sus problemas— y se nota, tiene unas ojeras que te gritan "no he dormido una mierda" y sus ojitos están un poco hinchados, a simple vista no se nota, nadie lo notaría.

Pero yo soy su novia y tiendo a mirarlo más de lo que debería, por lo que puedo notar fácilmente que estuvo llorando durante bastante tiempo.

—Lottie, ¿necesitas que haga eso por ti? —cuestionó Ymir con una mueca de preocupación en su rostro. Si bien ella no tenía conocimiento de lo que había ocurrido, sabía que me pasaba algo, era evidente— No te sobre esfuerces.

troublemaker | jean k.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora