MELANCOLÍA

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La noche anterior a lo sucedido Eegan se encontraba en la sala, eran casi las doce y estaba recostado sobre el sofá, mientras observaba pasar el tiempo, en su cabeza comenzaron a divagar todo tipo de pensamientos, él aún era un adolescente y la mayoría del tiempo se cuestionaba su existencia y su ser, pero esto no le sucedía desde que había llegado a la isla de Ekko.

Cómo los otros días se encontraba solo en casa, Hextec salía muy seguido por la noche y regresaba solo a dormir, tras suspirar pesadamente, Eegan cerro los ojos y comenzó a dibujar al rubio; sus labios rosados, sus ojos azules, sus uñas largas y su olor

Después de un tiempo de imaginación baga, el cuerpo de Eegan comenzó a arder, un sentimiento inexplicable brotaba de su pecho con gran intensidad.

Sin pensarlo más, deslizó una mano por su abdomen y bajo hasta sus pantalones, los cuales desabrochó sacando su miembro, el cual ya estaba un poco duro. Delicadamente, lo tomo y comenzó a jugar con él haciendo movimientos gentiles, mientras en su mente merodeaba la imagen de Hextec, en su mente este era él que lo satisfacía, vio de una manera tan vivida como deslizaba su lengua en él con una mirada tan pervertida y sin tardar más de diez minutos el éxtasis le hizo terminar entre grandes suspiros

Una vez saciada su ansiedad, noto que sus acciones no eran para nada normales, entre arrepentimiento se levantó hacia la cocina a lavarse las manos, pero un estruendo le hizo ir hacia la puerta de entrada

Frente a él se encontraba aquel rubio que le hacía perder los estribos, su rostro se iluminó de un rojo intenso al recordar lo que había imaginado

— ¿aún no estás en la cama?

—no, apenas me dirigía ahí —contesto con la mirada agachada ocultando su vergüenza

—mmm... Has crecido un poco —dijo mientras se sentaba en el sofá

—eso crees? —pregunto algo feliz mientras se posicionaba a su lado

Hextec miro con más atención a Eegan y noto que su rostro tenía un brillo rojizo, este le hacía lucir a un más lindo que de costumbre, sonrió ante esto y sin pensarlo acaricio su mejilla y después le dio un beso

Eegan se asombró por eso, noto el sabor intenso a alcohol, por lo que no sabía de qué manera responder, él jamás había hecho algo como eso. Por un momento mantuvo sus labios estáticos, pero después comprendió cómo debía hacerlo.

Hextec se divertía al ver la torpeza del menor y decidió intensificar el beso, introduciendo su lengua junto a la del pelirrojo, quien había adoptado un rojo intenso en sus mejillas y orejas. Los sonidos mojados y la leve sensación de los besos que recibía lo hicieron reaccionar, mientras que él mantenía los ojos abiertos para poder contemplar a la belleza frente a él, Hextec hacía lo contrario

La situación era demasiado, el rubio estaba encima del menor, quien sentía que su cuerpo se derretiría, de manera delicada deslizó sus dos manos dentro de la ropa del rubio y sintió la susvidez y calidez que este le transmitía, se sentía seguro.

Antes de pasar al siguiente nivel, el mayor se detuvo y permaneció inmóvil por un momento, ante esto Eegan pudo darse cuenta de que había quedado dormido sobre él

Después de poder calmarse un poco, se levantó del sofá con Hextec en brazos y sin ningún tipo de esfuerzo lo llevo a su habitación, lo abrigó, pero antes de poder irse, decidió calmar su erección frente al causante.

Con la poca experiencia saco su miembro y lo masturbo de manera rápida frente al rostro del rubio, quien dormía de manera pacífica, antes de poder correrse cubrió su miembro para no salpicar al inconsciente, y cansado regreso a su habitación para dormir en seguida

NOCHES             HUMEDASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora