Minjeong se encontraba sentada en las gastadas gradas de la antigua cancha de vóley del instituto. Estaba viendo al equipo de vóley practicar, se sentía realmente aburrida en ese lugar. Minjeong odiaba todos los deportes, ni siquiera era capaz de dar educación física. Sentada ahí por más de dos horas, contaba los minutos para finalmente irse.
En ocasiones anteriores se aburría igual, se retiraba del lugar sin preocupaciones. Situación que trato de cambiar, cuando su amiga le había rogado que la fuese a ver a sus prácticas. Minjeong quería sacar excusas como siempre, decirle a su amiga que no le apetecía verla jugar. Era una lástima que, Minjeong fuese incapaz de decirle que no a Jimin.
Minjeong exhaló con fuerza, apoyando su mentón sobre su mano. Observó como una pequeña llovizna empezó a rociar toda la vieja cancha. Agradecida con el de arriba, porque las gradas tenían techo. En definitiva temía que, sus defensas bajas, hiciesen que se enfermase de inmediato. Seguía ahí a pesar de la lluvia, de que odiaba los deportes y de que había muchas personas.
Escucho como la llovizna se convertía en aguacero, pero sin actividad eléctrica. La lluvia se encargó de mojar los baches del campo, estos se convirtieron en un gran lodazal. Las jugadoras parecían no estar interesadas en mantener sus uniformes blancos, seguían jugando sin preocupación. El agua proveniente del cielo nublado, empapó sus cuerpos por completo.
El juego se volvió más desordenado, se escuchaban gritos de parte de las miembros del equipo. Minjeong vió como Giselle barrió a Jimin, haciéndola caer a un charco. El agua del bache salpico por todo el cuerpo de Jimin, su chaqueta se ensució debido a lodo. Minjeong hizo contacto visual con Jimin por unos segundos, segundos que se prolongaron más de lo normal. Jimin sonrió ampliamente, Minjeong devolvió la sonrisa y le mostró su reloj a la azabache.
Un pitido se escuchó de parte del entrenador, Minjeong había calculado el tiempo perfectamente. Escuchó como los chicos que veían la práctica se quejaron. Ella no entendía qué rayos les veían a las jugadoras, mucho menos a Jimin. Teniéndola en mente, llevó sus ojos a la pelinegra. Jimin le revolvía el cabello a Giselle, quien tenía un corte de tazón bastante aniñado. Con todo y ese corte, seguía siendo la madura capitana del equipo.
Minjeong sonrió ante la bonita amistad, se distrajo tomando sus cosas. Su distracción duro poco, los chicos empezaron a gritar y silbar de la nada. Minjeong frunció el ceño mientras cerraba la cremallera de su mochila y veía el porqué de los gritos. Si es que su amiga era una exhibicionista, todo el equipo de vóley en realidad. Jimin se quitó su chaqueta bajo la lluvia, quedando solo con el polo sin mangas de la escuela, esta destilaba agua sucia cuando la exprimió. El resto de las del equipo la siguió en acciones casi parecidas y eso a los chicos los enloqueció.
Minjeong bufó, no sabía si era vergüenza o envidia. Estaba segura que nunca tendría un cuerpo como el de Jimin, ni siquiera un cuerpo como el de las demás jugadoras. Se mantenía haciendo yoga, aun así, se le bajaba la maldita presión. Se levantó de las butacas, miraba a los chicos que tomaban fotos y videos. Cerró la boca para evitar reír, pero ellos eran fanáticos muy divertidos.
"Minddong." Gritó Jimin con los brazos abiertos, esperaba un abrazo por parte de Minjeong.
"Haré como que no te escuché decirme ese ridículo apodo." Minjeong se quedó quieta debajo de su paraguas, sin ninguna intención de abrazar a su mugrosa mejor amiga.
"No me dejes con los brazos abiertos. Ven aquí y dame un abrazo." Jimin se acercó a Minjeong, mientras esta dió dos pasos hacia atrás juzgándola.
"¡Diablos no!" Minjeong miró a Jimin de arriba a abajo. Su amiga parecía Sadako toda sucia, le hizo mucha gracia.
"¿De qué te ríes?" Jimin se sacudió el cabello húmedo, pringando a Minjeong con agua.
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Yellow Socks - Winrina/Jiminjeong aespa (ADAPTACIÓN)
FanfictionUna chica que ama los calcetines amarillos, con muchas ganas de vivir. Así se puede definir a Minjeong, de tan solo dieciséis años. Una chica que padece de anemia falciforme, condición que ha tenido desde su nacimiento y que ha venido cambiando su v...