Capítulo 23

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Omnisciente

El silencio estaba presente en el salón desde hacía unos minutos, nadie sabía nada de esas tres señoras que habían quedado delante de todos, al menos nadie, menos Megan, quién estaba intentando aclarar varias preguntas que se formaban en su mente. Los familiares de Megan estaban analizando a casa una de las señoras que, por lo poco que sabían, habían estado en la niñez de Megan. Las tres estaban sentadas unas al lado de otras.

La primera era posiblemente la joven de las tres, pero no tendría a los ojos de los demás menús de sesenta años, su piel era algo morrena, no tanto como la de las personas de la Reserva, quizás era solo por haber tomado el sol, sus ojos eran marrones y tenían un brillo especial que todos habían podido notar al verla, traía su pelo recogido en un moño perfecto, y no, no era que el moño estuviera con el pelo tan tenso que no se moviera un milímetro, sino porque casi parecía hecho con una precisión perfecta, no había ni un pelo fuera de su sitio; la segunda un poco más mayor que la primera, se veía a plena vista, ojos también oscuros, esta tenía el pelo en un pequeño recogido de la parte de arriba dejando su largo pelo en su espalda y quitando los posibles mechones que se quedaran en el rostro, el cual estaba algo caracterizado por unas arrugas casi nada perceptibles, pero aun dándole ese aspecto de vejez, como la anterior, su piel era algo morena, pero está vez no parecía por el sol, era casi como si fuera de genética, y ese brillo en los ojos que la primera, aunque podían todos deducir al ver a esa señora en el centro de las tres que era ella la que iba a tomar las decisiones, simplemente por el hecho del sitio; la tercera era algo más joven que la primera, aunque no podrían ser más de un par de años, parecía la más joven de las tres, su rostro estaba más vivo, por decirlo de alguna manera, ella veía todo casi como si no lo hubiera visto antes, pero sobre todo su mirada iba de Megan a cierto lobo que no había apartado la mirada de ellas, simplemente porque él sabía que esas tres mujeres sabían todo de su impronta, cosas que él quería saber para poder acercarse a ella.

Pero todas ellas podían tener una cosa en común, veían con mucha calma y aprecio a Megan, casi como si para ellas fuera una hija.

-Lamento sonar brusco- dijo Sam cortando el silencio- Pero, ¿quiénes sois?

-Ellas son las ancianas que ayudaron a mi madre cuándo fingió su muerte- explicó con calma Megan- Cuando ella murió ellas me ayudaron con todo, incluso con mi primera transformación.

La sala volvió a sumirse en un silencio sepulcral, casi como si nadie quisiera romperlo tras esas revelación, habían sido pocas las veces que Megan había hablado de su madre, así que cuando lo hacía todos, y más los de la familia, estaban atentos de poder escuchar cualquier cosa en relación con esas mujer que para todos había sido importarte, había sido la mujer de un alfa de la manada.

-Ellas son Jenna- dijo nombrando a la primera mujer haciendo que sonría como saludo- Marlin- dijo con la segunda quién solo asintió- Y Karlin- dijo señalando por ultimo a la tercera mujer la cual, casi como si supieran su reacción, sonrió cumpliendo con la expectativa de todos.

-Gracias- dijo Billy llamando la atención de todos.

-Eres Billy Black, ¿verdad?- preguntó Marlin.

-Sí- dijo él.

-Ella habló mucho de usted- dijo Karlin.

Jacob

Tras esas palabras el ambiente caso había cambiado de un momento del otro, Megan se encontraba hablando con ella con una tranquilidad casi sorprendente. No me estaba enterando mucho de la conversación que se estaba teniendo delante de mis ojos, pero veo como para y Rachel si que están atentos a todo lo que estás señoras dicen.

Empecé a escuchar la conversación cuando salgo llamo mi atención, estaban hablando de nuevo sobre Megan, pero esta vez de la Megan pequeña.

-Fuiste una alborotadora- dijo Jenna haciéndola sonreír mientras bajaba la mirada.

-¿Lo era?- preguntó burlesca.

-Claro que lo eras- dijeron las tres mujeres al unisono provocando su risa.

Nunca la había visto reír así, tan libre, como si no hubiera nadie más en la sala excepto ellas cuatro; se ve perfectamente que ella se siente segura con ellas alrededor, ella estaba tranquila, sin siquiera darse cuenta de que todos la estábamos mirando. Juro por los ancestros que creo que es la primera vez de todos viéndola así.

-Nunca acatabas ninguna regla, siempre las rompías todas- dijo Jenna sonriendo- Nunca terminabas ningún juego... Ponías de los nervios a tu madre.

Ella se queda viéndola con una sonrisa, pero esta vez es triste, obviamente la mención de mamá siempre la cambia el gesto del rostro, así que está vez no es distinto, pero la verdad es que esta vez no parece igual que las otras, casi como si que ellas la mencionaran no doliera tanto como si cualquier otra persona lo hiciera.

-Mamá decía "la paciencia y el tiempo hacen más que la fuerza o la pasión"- dijo ella como si lo estuviera recordando, con una sonrisa- No fue hasta años después que me di cuenta de que es verdad.

-Y ahí es donde nació la Megan que conocemos- dijo Karlin.

Ella la miro con una sonrisa y una fuerza que la caracteriza en los ojos, casi como si hubiera sido un halago para ella.

-Lo que no entiendo- dijo ella mirandole- Es ¿por qué ahora?

-¿Acaso no podemos preocuparnos por ti pequeña?- preguntó Karlin haciéndola sonreír.

-Claro que sí- respondió sonriente- Pero conociéndoos, no es el único motivo.

-Era uno de ellos- dijo Jenna- El otro era porque la llama de tu loba se disparó hace meses.

-¿Se disparó?- pregunté.

-Cuando vine a buscaros deje atrás una parte de mi loba, como una representación- empezó a explicar con tranquilidad- Ellas lo representaron como una loba en un fuego. El lobo puede dejarlas saber cómo estoy, si el fuego está encendido las deja saber que digo viva, así que si se apaga, ellas lo saben.

<<También las permite llamarme en caso de que me necesiten, si ellas están en peligro yo lo sé y viceversa, en cuanto a lo de que mi loba se disparó, puede referirse a muchas cosas, pero normalmente está ligado a mis emociones. Quizás, y muy probablemente, fue por los ataques de los vampiros que maratón a mamá>>

Eso último lo dijo mirando a las ancianas.

-No Megan- dijo Marlin- El fuego ya se había disparado de esa manera cuando atacaron bajo nuestro cuidado. El movimiento del fuego ha sido nuevo, algo que no hemos visto antes, y fue correspondiente a los primeros días que llegaste aquí.

-¿Los primeros?- preguntó ella.

-Si.

Ella baja la mirada algo sería.

-Cielo- dijo Jenna- Tú sabes perfectamente el motivo por el cuál se disparó de esta manera.

-Es imposible- dijo ella negando y aún sin subir la mirada- No puede ser...

-Pero lo es- dijo Karlin- Y es lo que deseabas conseguir de pequeña.

-Era solo una niña en ese entonces- dijo diciendo la mirada- Tiene que haber otra explicación.

-Megan, no la hay- dijo Marlin.

Las tres se quedaron en silencio.

-¿Qué está pasando?- pregunté- ¿A qué os estáis refiriendo?

-De mi impronta- dijo ella viéndome seria.

Hola a todos, lamento la tardanza, pero he aquí otro capítulo, espero que os guste y como siempre si queréis dar una crítica constructiva o algo la acepto con gusto. Trataré de escribir con más frecuencia ahora, pero estoy a finales del curso así que prefiero no prometer nada. Ya estamos llegando al final de este libro, no sé aún si haré otra parte o no 🤷, ya veré.
Besos 😘.

La hermana perdida de Jacob Black.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora