1. Cuando las luces se apagan.

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-03.01.14

Estiró con cuidado su cuello, hasta el punto donde el dolor casi desaparecía. Lo que significaba que estaba haciendo un buen trabajo. Miró el reloj.

Faltaban diez minutos para terminar el entrenamiento, notó. Se apresuró hasta su estuche para guardar la espada y después corrió al vestidor para poder quitarse el traje pesado. Cuando volvió y guardó todo en su lugar se dió cuenta que lo había logrado.

Comenzó a contar.

"Uno, dos, tres.."

Hubo un ruido entrecortado momentáneo, indicando que las luces se habían apagado por completo en el edificio, las únicas que permanecían aún encendidas eran las dos lámparas en la entrada principal de la escuela. Suspiró y sonrió satisfecho.

-Bien hecho Beomgyu, terminaste otro día de esfuerzo.--Se abrazó a sí mismo, dejando tres golpecitos sobre cada brazo.--Bien hecho.

-¡Gracias!--Hizo una inclinación hacia absolutamente nadie y tomó su estuche, comenzando a caminar con lentitud y cuidado por el camino que ya sabía de memoria entre la oscuridad, fuera de la sala de esgrima y después fuera del gimnasio.

Meditaba en lo poco que faltaba para la competencia local, sabía que era bastante bueno para superar las pequeñas riñas y llegar hasta lo estatal, su único problema era..

-¡Ahh!

-¡Ah!

Cayó al suelo con fuerza, estirando rápidamente las manos y usando el estuche como amortiguador.--¡Ouch!--Se quejó audiblemente, frunció el ceño.

Parpadeó, enojado por el hecho de estar completamente a tientas, ajustó su oído, escuchando.

Otra persona -en algún lugar cercano y sobre el suelo- también se quejaba.

-Joder..

Notó que era un hombre. Bufó.--¿Quién eres? ¿Intentabas robar algo?

-¿Robar? ¿Quién eres tú?

Entrecerró los ojos enojado y negó, con cuidado volviéndose a poner de pie. Buscó tanteando el espacio hasta que tocó la pared.

-Si te piso no me importa, así que no te quejes.

No prestó atención a una respuesta, comenzó a dar pasos inseguros hacia la dirección que "conocía". Apretando con fuerza su estuche.

-¿Eres un estudiante de esta escuela?

Surcó más el ceño en la frente. Se detuvo.

-Obviamente, ¿qué haría aquí si no?

Su sentido de audición había mejorado, escuchaba la lenta respiración del otro chico.

-¿Puedes...?

Comenzó con una voz fuerte, volvió a detenerse.

Acentuó el ceño.--¿Qué cosa?

-¿Puedes... ayudarme a salir?--Hubo una risa ahogada.--Como puedes darte cuenta, estoy perdido. Intentaba salir a tientas y en mi intento fallido fue que choqué contigo.

Si la luz pudiese iluminarlo, mostraría una mueca de total desagrado.

Pensó en sus posibilidades, ayudar al tipo desconocido o irse.

Y después sentirse mal consigo mismo, porque aún si aparentara ser rudo las emociones solían ganarle.

-¡Ah!--Bufó. Estiró su brazo.--Busca mi mano y sujétate. Camina con cuidado, no quiero que me hagas retrasar más.

Melancolía. -YeonGyu-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora