Heather ; {Tyler × Mei}

Heather

Tyler Pov.

03 de diciembre del 2005.

Aún recuerdo muy bien ese día; era invierno, y el frío estaba en su máximo punto. Ambos caminábamos sin dirección por la plaza, y cuando nos sentamos decidimos intercambiar chaquetas sólo para pasar el rato y reírnos un poco.

Yo sonreí al ver lo grande que te quedaba el mío, mientras que tú comenzaste a reír al ver lo pequeño que me quedaba el tuyo.

-Creo que mi suéter te queda mejor que a mí -dijiste en forma de broma, mientras seguías estallando en risas debido a mí.

Yo me sumé a las risas y me sonrojé ligeramente cuando noté lo cerca que estabas de mí -atribuyéndolo al frío cuando tú preguntaste por lo rojo de mis mejillas-.

Pero, como todo lo bueno termina, ese bello e íntimo momento entre nosotros se volvió efímero cuando ella apareció frente a nosotros.

Alta, de figura delgada, con bonita -y algo corta- cabellera marrón y brillantes ojos esmeralda que solamente brillaban cuando te veían a tí.

Miriam Mendelsohn te tenía hipnotizada, lo notaba cuando tus lindos ojos rojizos brillaban cuando la veías; dos pequeñas estrellas eran idénticas a tus ojos si los comparábamos en este momento.

Tu mirada dejó de estar posada en mí para quedar fija en la chica que estaba parada frente a nosotros, y una sonrisa que nunca pude tener apareció en tu rostro cuando ella te saludó con su brillante sonrisa de siempre. Nuestra salida de dos se convirtió en una salida de tres cuando ella de sentó junto a tí y comenzaron a hablar entre ustedes.

Mientras yo me quería morir.

[....]

09 de febrero del 2006.

Estar ahí era una tortura para mí; tú y ella se tomaban de las manos -incluso ella besaba tus nudillos una que otra vez-, mientras que tú besabas de forma cariñosa su mejilla y te sonrojabas cuando Miriam hacía lo mismo. No podía hacer nada más que limitarme a concentrarme en mi comida debido a que Priya y Aby estaban sentadas con nosotros en la mesa de la cafetería.

Odio pensar que soñaba con que tú y yo fuéramos así.

Tus ojos podían compararse fácilmente con un par de bonitas estrellas. El brillo que tenían era tan parecido cuando tú estabas con ella o cuando se comportaban de manera cariñosa entre ustedes.

¿Por qué nunca tuvimos la oportunidad de ser así? Es obvio que ella te tiene hipnotizada, mientras yo... muero lentamente.

Cuando terminé mi almuerzo, decidí levantarme finalmente y alejarme de la mesa para terminar con esta tortura. Aunque claro, ni siquiera notaste mi ausencia, estabas demasiado ocupada demostrando tu amor con Miriam que ni siquiera notaste que yo faltaba ahí.

[....]

10 de junio del 2006

El frío había dejado de ser constante en la ciudad, pero cada vez que salíamos con las chicas era cuando las bajas temperaturas aparecían y el aire frío se hacía presente en toda la ciudad.

Casualmente, tú y yo siempre olvidábamos llevar un suéter.

-Maldición -murmuraste en voz no tan alta, al tiempo en el que frotabas tus manos en tus brazos para calentarte un poco-. Olvidé mi suéter...