Las clases transcurrían con exuberante insipidez. Podía sentir como la sensación de aburrimiento reptaba por mi cuello, para tirar de mis párpados después.
Las horas pasaban vacilantes, y en las mismas se repetía siempre el mismo patrón; cuando mi mente se quedaba blanco solía entrar siempre Bruce a pasearse por ella. Y entonces me ponía nervioso y sentía delatoras gotas de sudor deslizarse en el tobogán de mi arteria carótida. Pensaba de forma recurrente en su sonrisa sincera, educada, refinada. En su mirar decidido, en su actitud amable pero sumamente misteriosa, en su voz profunda y acogedora. En su aroma a perfume dispendioso.
Bruce desconocía todavía mi nombre.
Al igual que desconocía mi pasado, miedos y pasiones.
Sentí un fuerte deseo de conocerlo, de la mano de un fuerte deseo de que me conociera. Pensé en la larga conversación que deseaba tener con él esa misma noche mientras garateaba un acertijo para él a través del cual podría describir mi nombre. Una encriptación sencilla, que podría resolver empleando precisamente el papel que él mismo me entregó hacía horas, y como jugueteos del destino, la razón por la que nos conocimos.
La tarde había ya caído y las clases terminado, me encontraba recostado sobre la sombra de un árbol, garabateando con mala caligrafía en mi diario. Fantaseando con ideas retorcidas.
Mi imaginación volaba sobre el cielo nocturno de Gotham. Fantaseando con la idea de ese 'murciélago' maniático. Batman. Lo retrataba planeando a través y sobre los tejados, pisando charcos, y masacrando criminales haciendo uso de movimientos tan brutales como coreográficos.
Lo había visto antes. Había tenido anteriormente esa imponente figura, alta y oscura frente a mí.
Ocurrió en un callejón, finales de invierno. El viento soplaba con fuerza y a lo largo de la totalidad del callejón resonaban mis quejidos de dolor, rebotando contra las estrechas paredes, acompañado de sonidos de golpes. Un atraco más en Gotham.
Fue demasiado tarde para mí cuando vi a los agresores en ese momento. Ya me habían bloqueado la posibilidad de cualquier movimiento, uno de ellos delante de mi, el otro justo detrás. El miedo me paralizó y no conteste a sus amenazas tan rápido como debería haberlo hecho. Poco después, y por debajo de su máscara, podía observar los enloquecidos ojos del asaltante que tenía de frente mientras hundía un cuchillo en mi costado. La puñalada fue frenada en gran medida por el grosor de mi abrigo, más no lo suficiente como para evitar sentir la sensación de sangre caliente borboteando debajo de mi ropa, acompañada de una explosión de dolor en mi sistema nervioso. Mi cabeza comenzó a zumbar, la tensión creció en el ambiente y el estrés de la situación estalló mi locura. Con la misma mirada desesperada, enloquecida, y sanguinaria que pude observar en mi asaltante me lancé sobre él y cerré mis mandíbulas sobre su cuello, apretando mis dientes todo lo que podía, con todo lo que podía dar mi cuerpo falto de sangre.
Entre mis dientes fluyó un riego de sabor metálico. Sentí golpes por mi torso y cabeza. Caí al suelo, fui puesto contra una pared y apalizado. Rabioso y con las fuerzas que me quedaban alcancé con las manos la máscara del hombre al que había mordido y comencé a tirar.
Las luces se volvían opacas, mis ojos ya no daban más de sí, pero en medio de mi vista borrosa pude verlo. Me quedé con esa mascara colgando de la palma de mi mano cuando esa mole negra comenzó a masacrar a esos miserables capullos.
Al terminar su trabajo, se volvió hacia mí y me tendió su mano. ¿"Te encuentras bien?" Preguntó con una voz profunda y confortable. No pude evitar temblar, dejé caer mi maltratado cuerpo sobre el suyo. Apoyó su mano cálida y ensangrentada sobre mi cabeza. "Tengo miedo." Dije miserablemente, sin poder evitar tartamudear. "Tendrás miedo por un tiempo. Y eso está bien, ten miedo. Todo el mundo tiene miedo. Pero recuerda que eso significa que todos tenemos la oportunidad de enfrentarnos al miedo. Todo el mundo tiene la oportunidad de ser valiente."
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𝓑𝓻𝓾𝓬𝓮 𝓦𝓪𝔂𝓷𝓮 𝔁 𝓔𝓭𝔀𝓪𝓻𝓭 𝓝𝓪𝓼𝓱𝓽𝓸𝓷 | Bats x Riddler
Fanfiction[AU escolar -- Vigilante] Bruce y Edward son dos estudiantes de preparatoria. Siendo ambos compañeros de clase y ambos huérfanos encuentran en el otro un reflejo de sí mismos, un consuelo frente a sus dolorosas realidades. Entablarán de esta manera...