Ochako jamás se ha visto interesada por la vida amorosa de sus compañeros, mucho menos si se trata del idiota de Bakugou Katsuki. Sin embargo, el repentino acercamiento entre ese malhumorado chico y Kirishima se ha vuelto cada vez más evidente, y Oc...
Esta es la primera historia que escribí de este fandom, por el 2018 (si no mal recuerdo). Así que puede que tenga muchas fallas. No he querido releerlo mucho, porque en parte creo que los errores y el cringe es parte de la esencia de nuestras historias viejas, así que...
¡Espero que lo disfruten!
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Ochako debería sentirse culpable por emparejar a su propio novio con uno de sus mejores amigos. Debería, sin embargo, no lo hace. Ella piensa que no hay nada de malo en fantasear con cosas que jamás sucederán, o al menos, eso le han enseñado las diversas historias BL que ha leído a través de sus dos años como consumidora de dicho género. Adora ver como Todoroki e Izuku conversan animadamente; ellos se han vuelto bastante amigos con el tiempo. A pesar de que Izuku sea su novio, Ochako no puede evitar shippearlos, porque son suaves, tímidos y muy tiernos. Es demasiado para su corazón.
Hay pequeñas acciones que logran activar su modo fangirl. A veces el simple hecho de que dos chicos hablen muy cerca hace que todo su interior grite. Pero claramente se controla y logra mantener la compostura. Por eso, cuando vio el notorio cambio en la relación de Bakugou y Kirishima, no pudo evitar caer ante la tentación. Ellos son como una manzana apetitosa y jugosa (con mucho material para ser emparejados) y Ochako es débil ante eso. Ella simplemente no puede resistir.
En un comienzo su intención jamás fue shippearlos, pues Bakugou es un chico estúpidamente molesto y Kirishima siempre ilumina a todos con su sonrisa y energía. Ella no entiende cómo es que se volvieron amigos y mucho menos cómo es que Kirishima puede aguantar al idiota de Bakugou.
No hay nada claro, sin embargo. Ochako ocasionalmente tiene los ojos puestos en ellos y ve cómo se miran y se hablan. Es difícil para ella aguantar los gritos de su interior. A veces Kirishima pasa su brazo por la espalda de Bakugou y este último no hace absolutamente nada, lo cual es bastante extraño; cualquier otro que intentara hacerlo terminaría siendo quemado.
Concentrarse en las clases muchas veces es difícil para ella, así que agradece cuando el timbre que anuncia la hora del almuerzo comienza a sonar. Pocos segundos después se encuentra caminando junto a su grupo de amigos. Le resulta bastante complicado poner atención a la conversación que han armado cuando está observando a Bakugou y Kirishima caminar juntos. Claramente eso no debería ser un problema, sin embargo, las manos de ambos se están rozando y ninguno parece incómodo ante el roce, al contrario, es casi como si lo estuviesen haciendo con ese propósito.
