Música nocturna

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Esa noche, la cabaña se llenó de música. Por varios metros a la redonda, podían escucharse las cuerdas de la guitarra.
No era bueno para Stanley.
Arrastrando los pies, se acercó a la habitación de Susana.
Iba a tocar la puerta para pedirle que se fuera a dormir, pero en su lugar escuchó voces.

-Recuerda que se toca con los dedos. Si no te vas a lastimar las uñas.
-Lo tengo. Gracias.
-Ohh, Lo estás haciendo bien.-

Podía escuchar una voz masculina. Y a juzgar por lo que dijeron, no le parecía una buena señal.
-¿Puedo pasar Susie?-
Dijo al tocar la puerta.
-Claro Sr. Pines.-
Con cautela, Stan giró la perilla. Asomó la cara lentamente. Tenía miedo de encontrar una escena comprometedora. Pero no fue nada de eso.
-Hola sr. Stan.
-¿Quién es él?
-Los presento. Él es el Sr. Santana. Se ofreció a darme clases de guitarra.
Sr. Santana, quiero presentarle al Sr. Stanley. Es el ex-jefe de mi tío.
-Es un gusto conocerlo, mi estimado.-
El espectro le respondió quitándose el sombrero ante él.
Ambos les contaron lo que sucedía. Stanley entendió, pero pidió que no hicieran tanto ruido. Necesitaba dormir.
Ambos lo prometieron y le dieron las buenas noches.
Stan no estaba convencido. Sabía reconocer a las personas mentirosas.
A la mañana siguiente, Susie despertó con mucha energía. Lo cuál era extraño, ya que no recordaba a qué hora se fue a dormir.
Bajó de las escaleras a toda prisa para desayunar. Se encontró con todos en el gran comedor.
Stan había preparado huevos con tocino para desayunar.
-Buenos días a todos. Qué gusto verlos a todos levantados.-
Dijo emocionada sin despegar los ojos de su plato.
-¿Te sientes bien Susie?
Pensé que no te gustaba el tocino.
-Claro Dipper. Descansé muy bien. Oigan, no van a creer lo que pasó ayer.-
Susie les habló de su nuevo maestro.
Entre la sorpresa y los comentarios, Stan escuchaba con los ojos entrecerrados.
Más tarde, mientras ayudaba a su hermano con su trabajo, le habló de lo que vio.
-Puedo asegurarte que algo malo pasa con esa guitarra.
-¡Sabía que no estaba paranoico!
-Estuvieron tocando toda la noche. Y llegó un momento en donde parecía que la música se movía.
-¿Se movía?
-Se escuchaba como si bajara por las escaleras y saliera de la cabaña. Pero nunca oí pasos.-
Ambos se miraron seriamente. Sabía que algo estaba por ocurrir. Así que decidieron preguntarle a Susie.
-No sé qué están esperando que les diga. Ya les dije que estuve toda la noche tocando en mi cuarto.
-¿Ese tal Santana te dijo algo después de que me fui?
-Sólo algunas correcciones sobre cómo tocar. Es lo último que recuerdo. Hasta haberme despertado.
-¿Y a qué hora te fuiste a dormir?
-No lo sé, Ford. Estaba tocando y de pronto desperté en mi cama.
-Stan dice que te escuchó por las escaleras y afuera de la cabaña.
-Pues de seguro fue Santana, porque yo no me moví de ahí.-
Esas palabras eran todo lo que necesitaban.
Stan le pidió su guitarra, diciéndole que iba a llevarla a revisión. Era un instrumento viejo. Un argumento que la convenció.

En realidad, era para estudiarla.
Ford recordaba haber escuchado sobre instrumentos malditos en algunos viajes. «El piano devorador», «El violín de Auswitch», «La guitarra del Diablo». Esta última parecía coincidir.
Había anotado la siguiente información:

- Fernando Santana era un músico del siglo XIX. Quiso conquistar a su amada, pero era demasiado tímido.
Le vendió su alma al Diablo para lograrlo, pero encerró su espíritu en su propia guitarra. Está condenado a recolectar las almas de todos aquellos que tengan el instrumento en sus manos.
La gente cuenta que los músicos enloquecen y mueren en circunstancias oscuras.-

Pero Susie no parecía sufrir efectos adversos. Más bien, parecía mejorar su actitud.
Era menos nerviosa y más audaz.
Buscaron respuestas interrogando a Santana.
-¿Usted le pidió algo a cambio de las clases?
-Nada. Sólo enseño por simple vocación.
-Stan dice que te escuchó por las escaleras y afuera de la cabaña.
-Ah sí. Se quedó dormida a mitad de la noche, así que fui a dar un paseo nocturno.-
Dijo mientras encendía un espectral cigarro.
-Deberían escucharla tocar. Tiene el alma de un músico. Lo heredó de su padre y su abuelo materno.-
Impuso su voluntad soplándoles humo en la cara, lo que los hizo toser.

No estaban convencidos. Entonces fueron a la misma tienda de música dónde estuvo Susie.
Se dirigieron al Sr. García, quién siempre estaba en el mostrador.
-Necesitamos información sobre un instrumento que recientemente se vendió en esta tienda.-
En cuando oyó las características del producto, el obeso tendero se reincorporó en su asiento y apartó su periódico.
-He tratado de vender esa guitarra por años. Por alguna razón, siempre es devuelta a la tienda. Nadie viene a reclamar. Simplemente aparece en el mismo lugar de siempre.-
Dijo mientras señalaba su antiguo lugar. Había pasado tanto tiempo ahí, que el polvo aún tenía su silueta.
Esto desconcertaba a los tíos.
-Pero al fin alguien ya la compró. Y espero no volver a verla en mucho tiempo.-

La guitarra del Diablo(Gravity Falls)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora