CAPÍTULO 58

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¿SABES LA DIFERENCIA ENTRE GUSTAR Y AMAR?
(Maratón 3/6)

NARRA SEMYAZZA

—Lo hizo— susurra mi papá al verme entrar directa a mi cuarto, seguida por mi mejor amigo, Ryan.

—¿Me das un abrazo?— preguntó dándome la vuelta y mirándole. Él sonríe y extiende su brazos, aprovechó y le abrazo.

—¿Puedes llamar a Ailen, por fa?— digo Contra su pecho, él asiente y se va, después de un minuto Ailen entra, se sienta a mi lado.

—¿Como es que tú lo aceptaste tan bien en una noche?— preguntó

—Por que me fije en lo que eres, no en lo que fuiste. Por que eres mi hermana, por que me apoyaste en todo. Por que eres una persona genial a pesar de tu pasado, Smyazza.— me pasa el brazo por los hombros y me recuesta a ella, acepto el abrazo.

—Quiero estar sola, por favor — me separo de ella mientras voy al baño. Ailen se va dejándome sola en la habitación, miro a mi gatito que tanto amo.

Me tiro en la cama, abrazo a Wánax que maúlla y empieza a ronronear.

No se si volverá...
Eso ya lo veremos, tendrá que tomar una decisión y la aceptaré.
Por que no podemos retener a alguien que no quiere.

Dejo fluir las lagrimas mientras Wánax me consuela, sonrió al sentir su lengua en mi rostro.

—Te amo.— escucho en mi puerta, pero no me giro, se que mi mente me podría dar una jugada.

—No eres real.— susurro mientras cojo las pastillas de mi mesa para el estrés.  Le veo allí en la puerta mirándome.—No eres real así que vete.—

—No.— se acerca a mi y me quita la pastilla.

—Zack...— se me rompe la voz.

—Te amo y no te dejare marchar, tú me has aceptado con mis defectos, ahora yo te acepto con los tuyos y te amare con estos. Por que, joder, Semyazza eres mi alma gemela, la mujer a la que estoy atado con el hilo rojo, por que tú me elegiste, me reconstruyes, me aceptas tal y como soy: con mis problemas de ira, mis peleas y cada uno de mis desastres.— se sienta frente a mi y coge mi mano entre las suyas.—Ahora es mi turno de aceptar cada parte de la mujer que amo. Por que si, Semyazza Quinn Margal, te amo y acepto cada parte de ti.—

—Esto es demasiado surrealista, no puedes aceptarme así simplemente estoy enferma y loca...Doy asco, no puedes elegirme así.—susurro levantándome de la cama y dando pasos hacia atrás.

—¿Sabes la diferencia entre gustar y amar?— pregunta y me confundo

—No— contestó

—Cuando estás en un jardín y te gusta una flor, simplemente la arrancas... pero cuando amas una flor, la cuidas, la quieres...— explica acercándose a mi pero yo retrocedo.

—No me puedes elegir así, doy asco, estoy loca y enferma—

—Pues tu eres mi rosa, la rosa que amo y cuido para que crezca— me abraza contra si, al principio me resisto pero caigo rendida a sus encantos.

—Te vas a arrepentir, no me puedes elegir, no a algo tan roto como yo—

—Pues te elijo, ¿y sabes por que? Por que te amo, por que quiero cuidarte, protegerte, ayudarte y sanarte, aceptarte como tú me aceptaste a mi—

—No puedes elegirme.—

—Si puedo y lo estoy haciendo.—

—Me odio a mi misma ¿como tú me puedes amar?— preguntó mientras la presión en mi pecho aumenta.

—Por que te demostrare como te verías a través de mis ojos.— susurra

—Te amo, pero..—

—Pero nada, es mi decisión ahora déjame hacerla—

Y lloro más fuerte, lloro por que por primera vez alguien me elijo aún así sabiendo mis problemas. Porque por primera vez alguien prefirió quedarse conmigo, por que a pesar de estar rota, él quiere cada uno de mis pedazos.

Me lleva a la cama y coge a Wánax con cuidado nos acurrucamos los tres.

—Te demostrare como te ves a través de mis ojos— susurra acariciándome el pelo.

—No te marches...— digo con la voz rota

—No lo he hecho y no lo pienso hacer, pero tú no te marches—

—No podría amenos de que tú me dejes..—

—Y no lo haré.— asegura y la presión de mi pecho se esfuma. Me subo encima de él y me acurruco, él me abraza y Wánax se queda junto a nosotros.

Es demasiado irreal, pero es verdad... por que este chico me quiere de verdad, no se como, pero él me quiere tal y como soy.

Me levanto y camino hacia la ventana, me cruzo de brazos mientras observo la calle.

Siento como me rodea con sus brazos y siento su pecho y calor detrás de mi.

—Deja de pensar, vive el presente y acepta que yo te amo y no te dejare— me lee como si fuera un libro abierto.

—A veces me gustaría tener un botón de apagado, no soporto la voz de mi cabeza que me recuerda todos y cada uno de mis errores.—

Nos quedamos un momento en silencio, él abrazándome por la espalda, con su mentón en mi hombro, su respiración en mi cuello. Mis manos en sus brazos que me rodean y las sensaciones de loca enamorada me recorren más fuerte.

Zack se sienta en el sillón gris y yo me pongo en cima como una niña pequeña, acurrucada en su regazo.

Acaricia mi pelo negro azabache y poco a poco me quedo dormida en esos brazos que cocedero mi refugio, mi hogar, mi ancla.

NARRADOR OMNISCIENTE

Mientras Smyazza dormía Zack no podía dejar de observarla.

No podía creer lo que tanto había sufrido, una chica tan hermosa por dentro, pero tan rota a la vez. Al verla allí dormida en su regazo, se veía tan tranquila, y agradeció por fin tener los suficientes huevos para ir a buscarla.

Por que cuando salió de su casa en su busca, estaba tan decidido de no perderla. Por que le demostraría como se veía ella a través de sus ojos.

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