Inocencia.

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Podremos contar historias de vivencias pasadas en las que creímos llegar a tocar la felicidad aún que por un instante fuere.

Tatuajes que nos acompañarán el resto de nuestra vida a pesar de llegar a taparlos en algún momento, momentos que se recuerdan con añoranza al saber que ya nada volverá a repetirse con la misma inocencia, ya no duele como al principio pero a veces pica tanto ese tatuaje que pareciese que quiere decirnos algo, como el insecticida que no echas para no matar al mosquito que te atormenta de madrugada, porque sabes que si sobrevive te querrá picar y ya nada podrás hacer para impedirlo, cómo no podrás volver atrás para volver a ser aquel niño.

Y te bebes otra copa de vino, y crees desprenderte de esa parte de dolor que no está escrita en tu piel, pero no lo consigues, puesto que el que está a tu lado te hace recordar tu pasado, y lo mejor es que esa persona algún día la llamaste amigo, y hoy simplemente es un completo desconocido.

Libertad De Expresión.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora