Capítulo 37. No pudiste salvarme

219 13 0
                                    

Aurora:

- Vamonos - indique rapidamente.

- Aurora no podemos irnos - cuestiono Kai - ¿Estas bien?

- Por supuesto que no, ¿acaso es normal ver como matan a una amiga tuya? - bufe molesta mientras salia de la estupida escuela.

Camine hacia el Audi en el que llegue, me senté ahí, esperando a que los tres caballeros se dignaran a subir. Estaría bien, yo tenía que estar bien.

- ¿Qué esperan? ¿Una invitación? - pregunté bajando la ventana.

El trío me miro con un poco de duda - incluso lastima- sabía que no podía permitir flagelarme porque si no todos podríamos acabar mal. Cada uno se subió al auto y Kai - mi Kai - se sentó a lado mío, dejando detrás de mi a Stefan y al otro extremo a Damon.

Comencé a conducir rumbo a la casa de Newbury Park, y ahora no sabía si esa era una buena idea. Mientras conducía mi mente comenzó a jugarme una mala pasada - o quizá estaba acomodándose - empecé a escuchar las voces, voces que parecían no dejarme tranquila desde que Cade me ayudo.

- Rory - una voz resaltaba de mi tormento - ¡Aurora!

Para mi sorpresa era la voz de Kai.

- ¿Que te sucede? - pregunto Stefan.

- Las voces - susurre - las estúpidas voces están regresando -

- ¿Ahora de que hablas? - cuestionó Damon.

Tu me matasteeee

Ella es la culpable

Jamás serás feliz

No mientras nosotros sufrimos

- ¡Basta! - grite e inconscientemente acelere a más de 180 km/h

- Rory, detente, te matarás - grito Kai.

Era cierto, mi mente estaba siendo cegada por todas esas voces que olvidé que la única que podía morir en ese auto era yo - o quien sabe -

- Duele - solloce - todas estas voces - me señale la cabeza - me atormentarán día y noche hasta que muera -

De pronto la luz de un auto me saco de mi trance y rápidamente giré al carril correcto ocasionando un freno de golpe.

Salí del auto y me fue difícil abrir por tener la vista nublada, salí corriendo y caí de rodillas, deje que mi cara se inundara de lagrimas. Permanecí así hasta que una presencia cálida se postró detrás mío.

- Respira profundamente - trataba de hacerlo pero no podía - inhala - comencé a hacer caso - exhala.

- Esto está siendo cada vez más difícil - solloce - voy a regresar a ese lugar, tan oscuro y frío -

- No eres la única que tiene que enfrentar sus demonios, ¿no lo sientes? Ya no soy un vampiro - y fue entonces que después de todo mi show note que Stefan ahora tenía pulso y que su piel mostraba un tono más cálido.

- ¿Como puedes con todo ese peso? - pregunte secándome con mi sweater mis ahora rosadas mejillas.

- Trató de vivir a diario con el, pero es bastante difícil- suspiro - es por eso que necesitamos de tu ayuda para - lo interrumpí.

- Acabar con Cade - mire a la nada.

- Tienes que levantarte Aurora - interrumpió el momento Kai - tienes que hacerlo, eres fuerte y estarás... -

- Cierra el hocico - grité enojada - No pudiste salvarme aquella vez, no trates de mostrarte como El Salvador que no eres -

Inmediatamente todos se quedaron callados, lo cual me ayudo a despejar mi mente.

Dentro de mi sabía que Cade no era una buena persona -si es que alguna vez lo fue- pero por lo que me mostró cuando lo conocí supe que el era un especié de mediador, mantenía el balance para aquellos que no habían sufrido lo suficiente en vida por sus peores crímenes. Además ¿quien era yo para juzgarlo? Me ayudo cuando mas lo necesite, cuando me quede sola, pero también es el causante de todas mis desgracias, es el que me condeno a ser una asesina, a arrastrar a Alex conmigo y por el que he quitado tantas vidas que fueran o no inocentes, eran vidas humanas.

Hace tiempo había deducido cómo acabar con Cade, a base de leyendas mitos e investigaciones supe de la existencia de cierta arma contra el, pero tratar de matar a Cade era como intentar apagar el sol con un extintor, prácticamente imposible. Si yo me decidía a negarme a ayudarlos toda mi vida estaría ligada a Cade, en cambio si los ayudaba podría ser libre y con ello librar a Leah de este mundo sobrenatural.

- Bien - suspiré luego de unos segundos de pensar y analizar la situación.

- ¿Bien? ¿Nos ayudarás? - pregunto sonriente Kai.

Kai - mi otro problema.

- No te ofendas pero ¿que tanto confían en Kai? - pregunto mirando a los hermanos Salvatore.

- Ni la mitad de lo que habríamos confiado hace años en ti - eso no me hacía sentir mejor - pero yo lo controlaré - asintió Damon.

- No recuerdo que eso te funcionará la última vez - me carcajee.

Recibí una mala mirada por parte del vampiro.

- Lo siento chicos - comencé a ponerme de pie - ya saben, cada loco con lo suyo -

Me dirigí al auto, aún seguía escuchando todas esas voces, de aquellas personas a las que maté, pero trataba  de mitigar su volumen dentro de mi mente.
No estaba segura de si podría recuperarme pero ahora mismo tenía que mantener a mis demonios a raya al menos si no quería estropearlo todo; nuevamente me metía en la boca del lobo por personas que en más de una ocasión me han recalcado como me matarían sin duda alguna.

- Tenemos que movernos de aquí y buscar a Cade y todo lo que necesitamos para matarlo - ordenó Stefan.

- Si, pero antes necesito encargarme de algunos asuntos -

- ¡Oh vamos! ¿Que es mas importante que matar al diablo? - pregunto Damon.

Deje salir un largo suspiro.

- Créeme Damon, realmente no quería que los vieran, pero uno no siempre consigue lo que quiere- 

Los tres hombres me miraron con sorpresa y duda.

- ¿A donde nos dirigimos? - pregunto Kai mientras jugaba con un colgante del espejo retrovisor.

- A mi hogar - le di un golpe en la mano para que dejara en paz el colgante que me regaló Alex - deja ahí-

- Ohhh - exclamo - la bella Aurora, ya te extrañaba - suspiro.

Y aún no sabía si podía confiar en el, no sabía si después de estar en el infierno seguía siendo ese maldito sociopata que ya una vez me abandonó.

Pero a veces tienes que dar saltos de fe, o estar listo para aventar la puñalada antes de que te la den.

So it goes// Kai ParkerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora