Horrible película

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La semana pasó rápido no dejaba de pensar, en mis nuevas tutorías, pues tenía clase con la única persona con la que no entendía.

No tiene lógica.

El domingo, hicimos un Spa en casa de Rachel, nos pintamos las uñas y nos hicimos unas mascarillas de miel y avena, que hicieron que nuestra piel se viera perfecta, como porcelana.

El lunes fuimos a clase, como siempre, después decidimos ir a casa de Danna, las tres, para terminar tareas.

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Llega el martes, y me pongo una falda en tubo con líneas negras de mi mamá, con una camisa negra de lana, en escote de V y mis tacones negros.

Llega el martes, y me pongo una falda en tubo con líneas negras de mi mamá, con una camisa negra de lana, en escote de V y mis tacones negros

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Rutina matutina, con Rick.

Estábamos ya en el salón del Señor Evans, pero esta vez me di cuenta que entendí hoy un poco más de lo normal, lo que me hizo muy feliz.

-¿Alguna pregunta?- Mira su reloj y espera unos segundos, mirando toda la clase-¿No?- Espera de nuevo unos segundos- Bien. Nos vemos jóvenes- Agarra su maletín y se va.

-¿Y bueno?- Dice Brian, alzando sus cejas repetidas veces. Lo miro sin entender - El chico con el que hablaste, ese día en la cafetería no deja de mirarte- Me hace una seña con su cabeza, hacia atrás.

Iba a voltear a verlo, pero.

-Señorita Paterson- Entra el Señor Evans. Lo miro sin entender, hasta que recordé.

-Oh- Me levanto y recojo todas mis cosas-Nos vemos luego chicos, ya vengo- Me despido de todos.

Me pongo a la misma distancia, bueno, más o menos, un poco más atrás, con la cabeza en dirección al piso. Iba pensando en lo que había dicho Brian, hace unos minutos. Hasta que siento unas manos en frente de mis ojos, intentando llamar mi atención, enfoco la mirada.

-Es muy distraída ¿no cree Señorita Paterson?- el Señor Evans- Por eso no entiende laboral- Me sonrojo.

-Solo a veces- Carraspeo, con una sonrisa nerviosa.

-Le venía preguntando ¿Qué si desea comer algo?- Miro los locales en la cafetería- ¿Un café?

-No, muchas gracias Señor Evans- Niego con la cabeza, lentamente.

-¿En serio? ¿Un agua?-Me mira directamente a los ojos- Lo que quiera- Vuelvo a negar con la cabeza y una sonrisa en forma de agradecimiento- Bien- Dice serio- Siéntese aquí, ya vuelvo-Ordena.

Aplano mis labios por la manera en que habla, siempre es como si lo que dijera fuera una orden. Tomo aire.

Me siento y saco una libreta que tenía, también unas galletas de avena. Él llega y se sienta en la silla a mi lado.

M.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora