Mientras cubría mi cuerpo tímidamente con las sábanas blancas del motel, volví a insistir, quería un poco de su desconocida alma, deseaba un poco de esa vida que no me compartía. ¿Piensas en el futuro?, le pregunte. Mientras mis oídos se extendían y mis ojos abrían para atender a la respuesta que él iba a pronunciar, esperando ansiosa con una sonrisa en los labios y las ganas infinitas de ser uno solo, no solamente en el sexo sino también en esta conversación.
Claro me respondió ... "En cinco años espero tener otro negocio, estar con mi familia y desempeñar algún cargo importante en la Iglesia; espero que toda la mala fama haya desaparecido y todos me vean con el mismo respeto que lo hacían antes"
Respire profundamente, desilusión...
-No estoy yo... (pienso para mi)
Pude sentir como mi mirada fue muriendo mientras lo veía ponerse su camisa.
-¿Piensas en mi?.. pregunte
-No. ¿Tu si?
Quiero llorar mientras me imagino todas las ilusiones e historias que tengo para nosotros en el futuro, para nosotros en cinco años.
- Yo tampoco respondí. En un intento por ocultar mi dolor, mientras mi cuerpo yacía abajo de las sábanas del hotel de mala muerte, mi respiración se agudizaba y mi corazón se volvía o romper.