→ 𝑪𝒂𝒑𝒊́𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒗𝒆𝒊𝒏𝒕𝒆

3.3K 389 51
                                    

Apenas hace unos cuantos segundos que el alfa reaccionaba, encontrándose extrañamente cansado por más de haber dormido las horas necesarias. Tanto así que juraba sentir vivazmente los aromas de chocolate y menta de Shoto. Cosa que no tenía que ser así, a menos de que Shoto se encontrara al lado de su cama, siendo aproximadamente, la cinco de la mañana.

Dio media vuelta en su cama, entreabriendo los ojos, encontrándose con el bicolor apoyando su mentón en el colchón de la cama, llevando puesto la capucha de una sudadera blanca.

-Buenos días, Katsuki. -Saludó como si nada. Con una voz tan calma como siempre.

Parpadeó lentamente. Suspirando en el proceso, sabía perfectamente qué significaba que se encontrara a tal hora en su dormitorio, esperándolo.

Shoto por algún motivo, había tomado la costumbre de adentrarse a su dormitorio por las mañanas o incluso después de sus siestas tras días extenuantes de prácticas y estudio, y sentarse a orillas de su cama, solamente para pedirle que ese día tuvieran clases de cocina.

Al principio esto era algo que lo molestaba en sobremanera, ya que interrumpía completamente su espacio personal, pero ya a ese punto del año, simplemente había aprendido a aceptar las rarezas de su ipsilon.

-Buenos días. -Respondió, con voz ronca y cansada.

-¿Dormiste bien?

-Ajá. ¿Y tú? ¿Dormiste bien o tuviste algún problema?

El contrario sonrío cortamente en ese instante. -Dormí bien afortunadamente. Me sirvió bastante la sudadera que me diste anoche para poder conciliar el sueño.

Asintió, satisfecho con aquella respuesta positiva.

Al menos aquella prenda estaba cumpliendo con su propósito principal. Así que no tenía que preocuparse por la tranquilidad de Shoto por el momento.

Estiró sus brazos, desperezándose. Mientras se daba media vuelta para quedar mirando el techo, no tenía ganas de levantarse realmente. Era de las pocas veces en el año donde se sentía verdaderamente holgazán. No obstante, en unas pocas horas tendrían que iniciar con las clases del día, así que, tendría que obligatoriamente deshacerse de esa vagancia que tenía encima.

-Tengo pocas ganas de levantarme. -Comentó, pasando por detrás de su cabeza ambas manos.

-¿Tienes poca energía?

-Exactamente. De igual forma nunca me dura mucho tiempo, así que seguramente en dos horas ya esté como siempre.

-Comprendo. Si quieres, puedo dejarte a solas para que estés más relajado.

-No es necesario que te vayas. Tu compañía no se me hace tan desagradable como la de otros.

Todoroki asintió, sintiendo una leve sensación de conformidad ante esa respuesta. La cual por más de que era algo dura, significaba algo bastante bueno en el idioma Bakugo.

Se levantó del suelo, sentándose en la orilla del colchón. Hacían unos pocos minutos había llegado antes de que Katsuki despertara, por lo que él mismo aún se encontraba más dormido que otra cosa.

Así que eran dos personas que necesitaban recargar un poco de energía antes de comenzar con sus actividades.

Katsuki lo observó por unos cuantos segundos, mientras que el ipsilon estaba distraído observando un punto cualquiera de la habitación, perdiéndose en sí mismo. Le era muy fácil de ver las leves manchas oscuras debajo de los ojos de Shoto, las cuales únicamente lograba hacer que se cuestionara cuántas noches verdaderamente había perdido el sueño en consideración de las que había mencionado. 

𝗔mor 𝗱e 𝗧res || 𝗕𝖺𝗄𝗎𝗧𝗈𝖽𝗈𝗗𝖾𝗄𝗎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora