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Silvio se encontraba saliendo de su clase de matemáticas, era hora del almuerzo así que fue a buscar los cuadernos para la próxima clase, rápidamente estuvo en su casillero para después ir a retirar su almuerzo en el comedor.
Ese día no tenía mucho que hacer, tenia pocos amigos y con quien solía almorzar no había llegado ese día ya que se había enfermado con gripe, esto desánimo a Silvio ya que sabía que ya todo el mundo tenía un grupo con quien comer y aunque se puede decir que el también tiene uno, aún no los conoce bien, no pensaba ir con ellos, no quería incomodar y quizás no los incomodaba pero el si se sentía incómodo.
Camino por un rato alrededor de el colegio, buscando algún lugar donde no haya mucha gente, era más fácil así para poder escuchar música en paz, tardo un poco pero encontró un asiento en un lugar con menos personas. Pará el no era lo mejor pero era mejor que nada, suspiro dejando salir un poco de aire que había retenido mientras buscaba un lugar, básicamente tiro su mochila a la banca que tenía al frente, busco sus audífonos y se sentó cuando ya tenía sus audífonos conectados a su teléfono comenzó a escuchar música para poder comer. Al sacar su almuerzo pudo sentir en sus manos frías como el calor de la taza invadían estas hasta el punto de quemarse un poco, sacó un tenedor y sin más esperar comenzó a comer ese arroz con pollo que había sobrado de un rezo a el que invitaron a su familia.
Disfruto su almuerzo con tranquilidad, cuando terminó de comer aún faltaban 10 minutos para que terminará el recreo, tiro su cabeza para atrás cerrando sus ojos mientras soltaba un suspiro de mala gana, agarro su teléfono y cambió la canción. Ese día había llegado con mucha energía pero esta se estaba acomulando, no tenía con quien soltar su energía y no pensaba hacer puras estupideces solo, su energía comenzaba a cansarlo más sabiendo que ese día salía a las 4:30 y sin ninguna ahora libre.
Volvió su mirada hacia arriba y lo vio pasar junto con su grupo de amigos, ahí estaba ese sentimiento de nuevo, odiaba sentirse así pero también lo amaba, irónico pero el sabía que no importaba nunca podría demostrarlo, caminaba con sus amigos como todos los días, nunca se alejaba de ellos, lo cual volvía su situación más difícil. Aunque pareciera nunca supo cómo socializar, las personas lo tomaban como alguien molesto e imperativo y no se le acercaban.
Inconscientemente se le quedó viendo, absorto en sus pensamiento pero apenas volvió a la normalidad quitó la mirada los más rápido que pudo de el, comenzó a mirar sus piernas mientras jugaba nerviosamente con sus dedos hasta que escucho una risa, sabía que se iba arrepentir de volver a verlo pero la curiosidad lo estaba matando. Subió su mirada viendo a él chico de pelo café con puntas azules, mejor conocido como Flex, el se estaba riendo mientras se tapaba su boca con una mano, Flex abrió los ojos conectándolo con los ojos azules de Silvio quien pudo apreciar los ojos tan oscuros hasta un punto que parecían negros pero se iluminaban por pequeños brillos.
Flex se quito la mano de su boca mostrándole una sonrisa amable a Silvio quien le dio una sonrisa nerviosa ya que estaba muy nervioso, demasiado nervioso, en ningún momento Silvio dejó de jugar con sus dedos. Al parecer ninguno quería cortar el contacto visual, algo raro para el de pelo café claro quien también notaba como el de pelo azul estaba, básicamente, ignorando la conversación que tenían sus amigos en ese momento.
