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Dos semanas habían pasado, Jeon JungYum estaba en el hospital, cada vez más débil, su pequeño cuerpo rechazaba a el pobre cachorro que luchaba por aferrarse a la vida.

HoSeok tenía razón cuando dijo que si no se internaba en el hospital ambos iban a morir, JungYum habia estádo teniendo sangrados y dolores muy fuertes, que por el momento habían sido controlados.

Pero eso no era todo.

Lo inevitable paso.

Ya todos sabían que Jeon JungYum y Min YoonJi habían incumplido una de las tradiciones, y todos estaban notablemente enojados, Todos.

Muchas mafias retiraron los negocios con los Min y los Jeon, algunas dijieron que no se meterían con ellos pero tampoco quería tener que ver con sus familias, y menos con negocios, y otras les declararon la guerra de frente.

Y con ellos estaba los Jay, los hijos de puta más grande.

¿Cómo estába todo?... Mal.

— ¿Te sientes bien?.— pregunto JiMin a su esposo mientras lo veía de reojo.

— el auto negro de atrás, nos está siguiendo.— dijo YoonGi haciendo que JiMin mirara hacia atrás.

Mierda!!.

— ¿Hace cuánto?.— pregunto JiMin inquieto.

— desde que salimos de casa, creí que era paranoia mía pero, ha cruzado por los mismos lugares que nosotros.— respondió el alfa nervioso.

¿Por qué nervioso? Pues la cachorra Sae venía en la parte de atrás de el auto, solo ellos tres, iban solo ellos en el auto, los guardaespaldas venía en otro auto un poco más adelante de ellos.

—¿Que hacemos?.— dijo JiMin comenzandose a sentir ansioso.— Sae está aquí, ¿Y si empiezan a disparar?.

— tranquilo, estamos en plena autopista, no creo que comiencen un tiroteo aquí.— dijo YoonGi tratando de calmar la ansiedad de su Omega.

Pero YoonGi sabía que a la mafia le importaba muy poco dónde estuviesen, iban por ellos, a toda costa y no importaba ni el lugar ni la hora.

— joder!!.— chillo JiMin.— cálmate.— se dijo el Omega así mismo.— hay que disparar primero.

JiMin tenía que despertar ahora o nunca de su depresión, su alfa necesitaba de su ayuda, y la vida de su cachorra estaba en juego.

— hay armas en la guantera.— dijo YoonGi viendo lo sexi que se veía su esposo en esos momentos.— me gusta cuando hablas así.

— basta Min YoonGi, concéntrate.— sonrió el Omega.

— hay un semáforo, a dos calles, esto es lo que haremos... escúchame bien y no pongas tu vida en peligro.— dijo YoonGi conduciendo más lento.— pararemos en el semáforo, nos vamos a bajar rápidamente y dispararemos, avisa a los guardaespaldas para que estén atentos, no te alejes de la camioneta, cubre mi espalda.

— claro, jefe.— respondió JiMin picaron.

YoonGi condujo lentamente por las dos cuadras que les faltaba para llegar a el semáforo, y el auto que venía tras de ellos bajo la velocidad de igual modo, JiMin aviso por teléfono a los guardaespaldas que los venían siguiendo, todo estaba en suspenso.

YoonGi llegó a el semáforo que para su suerte se puso en rojo, y todo paso como en cámara lenta, YoonGi y JiMin bajaron de el auto disparando sin importa nada, la camioneta que los seguía solo estaba a pocos pasos de ellos, JiMin le disparó a él que iba manejando por el parabrisas y se quedó cubriendo la espalda de su esposo, YoonGi corrió hacia la camioneta ajena y por una de las ventanas les disparó a los dos hombres que quedaban, ninguno tuvo  tiempo de reaccionar, ni siquiera tenían sus armas cargadas, los 3 murieron.

Hijo de la mafia M.Y'G  P.J'MDonde viven las historias. Descúbrelo ahora