Freccia del destino [Gustoni]

Capítulo 36

"1219 palabras"

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Narra Toni:

Pequeñas gotas chocaban contra el capó de mi coche, había empezado a llover hacía unos minutos.

Al parecer habría tormenta en unos días.

Seguí prestándole atención al coche que tenía delante, no sabía cual era nuestro destino pero algo me decía que esta vez si sería algo bueno.

Pisé el freno cuando nos acercamos a una curva, giré el volante y pasé el limpiaparabrisas para quitar las molestas gotas del cristal.

En cuestión de minutos llegamos a la zona "pobre" de Marbella, aquella en la que presidían los drogadictos, la gente sin hogar y las personas problemáticas de la ciudad.

- ¿Que estará haciendo una persona como él aquí? - susurré para mi mismo.

Y esque tenía toda la razón.

Pogo tenía un buen coche, su ropa tenía pinta de ser de buena calidad, no tenía el mejor de los aspectos pero yo no podía hablar de eso ya que el mío tampoco era de los mejores.

Luego había un dato que daba vueltas por mi cabeza.

¿Por qué Gustabo no me había dicho que tenía un hermano?

Gustabo...

Lo echaba mucho de menos, solo esperaba que estuviera bien allá donde estuviera.

El coche que tenía enfrente paró, dio marcha atrás y aparcó en una plaza que había libre, copié su acción y aparqué justo detrás suya.

Los coches de los demás enmascarados pasaron de largo y se fueron de aquella zona poco residencial.

Vi a Pogo salir del coche con unas llaves en la mano y copié su acción saliendo de mi coche.

Me fijé en las llaves de sus manos, tenían un llaverito de tres muñequitos:

- Uno era de un payaso de pelo morado y un traje de rayas moradas y rosas con una pajarita amarilla.

- Otro era de una persona rubia con una chaquetita roja y unos pantalones militares a juego con una gorrita verde.

- El último era de un muñequito de cresta blanca, vestía con un traje que ponía FBI y en su cabeza descansaba una mariposilla azul celeste.

Me parecían adorables aquellos tres muñequitos, podía jurar que eran: Pogo, Gustabo y Horacio.

- ¿Qué miras tanto? - preguntó el de mechas moradas mientras empezaba a caminar por la acera de la calle.

- Nada, nada - me puse a su altura y caminé junto él hasta que llegamos a un portal.

- No entiendo como pudiste dejar solo a mi hermano - chasqueó la lengua - ¿Que pasaría si les hubiera pasado algo? -

- ¿Les? - pregunté confundido - ¿Había alguien más con Gustabo? -

- ¿No lo sabes? - se giró hacia mi incrédulo - Joder eres un alfa y no te diste ni cuenta - susurró de forma baja pero yo le escuché de todas formas.

- ¿A qué te refieres, Pogo? - le mire confuso.

- Esto no me corresponde decirlo a mí - empezó a jugar con los muñequitos de sus llaves - pero dada la situación no me queda otra -

- Adelante - vi como empezaba a abrir el portal con una de las llaves, se giró completamente hacia mí y clavó sus ojos azules en mí.

- Gus está en cinta - susurró - está esperando un cachorro, tuyo -