Eder Ross
Antes de partir, con tranquilidad en mi entorno, por último, bebo el delicioso sabor amargo del licor, para después adentrarnos a la camioneta y partir a una de las propiedades de la difunta esposa del moreno alemán de ojos azules.
Sin problema alguno, Cedrick logra entrar a la fortaleza de los Ferrara el cual es un gran castillo deshabitado. Después del asesinato de la princesa Greta, la fortaleza a sido abandonada.
El alemán nos guía el camino para llegar al bunker subterráneo, donde se encuentra las joyas. Admiro cada detalle de la casa, todo es resplandeciente, a pesar de ser abandonado.
—Regresar a este lugar me causa conmoción —dice el moreno de ojos azules —. El solo recordarla retorciéndose y asfixiándose por el veneno, me da satisfacción el haberla matado. No debió engañarme —dice con tranquilidad.
Peter y yo no decimos nada ante su declaración. Continuamos caminando hasta llegar a una capsula cristalina que nos lleva por debajo de la tierra. En segundo, las puertas se abren y nos dan paso a unos estrechos, largos y fríos caminos. Estar debajo de la tierra baja la temperatura.
—Me encanta recordar su muerte y la del asqueroso monárquico.
Se sabe que Cedrick se casó con la princesa Greta para unir organizaciones, los dos bandos de Alemania, una boda arreglada. Pero la princesa alemana le fue infiel con el príncipe de Londres, y ahora ambos están muertos. Cedrick hizo creerle a Romano que el príncipe mató a su hija, y tras una guerra entre la mafia y el reino, Cedrick logró su objetivo. Romano mató al príncipe y ahora ambos están muertos.
El moreno de ojos azules se rio en la cara de Romano y le confeso que él mató a su hija y, tras la confesión Romano no se quedo quieto, se fue contra el alemán. La guerra dio por terminada cuando Cedrick desmembró y colgó la cabeza de Romano demostrando la caída del imperio de Romano. Ahora Cedrick es el padrino de Alemania, el respetado "Dios Khorne", el dios de la sangre por ser el ser más poderoso, violento y destructivo.
—Me encanta matar a los débiles.
Sonríe demostrando esa sonrisa cargada de maldad. Cedrick es admirado por matar de una manera única. A él le encanta la sangre, y ha matado de una forma sádica, digna de su marca.
—Llegamos, mis querido Ross.
Debajo de la fortaleza se encuentra un espectacular bunker repleto de oro, diamantes, cerámica, plata, indio, platino por todas partes del lugar; todo un tesoro.
—Las joyas de Greta están en esa repisa.
Cedrick va directamente a la repisa de plata y con su huella digital logra desbloquear los seguros. Al instante las valiosas joyas son mostradas ante nuestros ojos; la poca luz que hay aquí abajo hacer brillar los diamantes.
Cedrick le da pasó a Peter que llene el maletín con las joyas y, mientras Peter hace su trabajo el moreno de ojos azules se acerca a mí.
—Me vale una mierda las joyas de la realiza.
Dejo de mirar el oro a mi alrededor y me enfoco en él.
—La quise, confié en ella.
— ¿Aun te duele su partida?
Sonríe ante mi estúpida pregunta. Sus azulados ojos hacen contactos con los míos y comienza a carcajearse.
—No, no la amaba. Nunca he amado, no siento el amor.
La platica se termina, Peter anuncia que tiene todo y proseguimos con salir de ahí. Cedrick se encarga de bloquear todo y regresamos a la superficie.
Antes de salir una lluvia de plomo comienza a romper todo a nuestro alrededor. Rápidamente caigo al suelo cubriéndome de las balas.
— ¿Qué mierda está pasando? —le pregunto al moreno.
—Me encontraron.
Me frustro con el estúpido comentario del alemán.
Los disparos no dejan de romper todo a nuestro alrededor, Peter se arrastra por debajo y llega a las mochilas donde tenemos las armas. Rápidamente me avienta una m4al, la tomo y sin dudarlo me arrastro detrás de la mesa, la tiro y me protejo con ella. cedria saca su ama y los tres al mismo tiempo comenzamos a disparar al escuchar como las personas de Romano entran.
Una bala logra romper el candelabro de cristal y cae enfrente de mí, al ser contacto con el suelo los vidrios explotan y logra que uno de ellos me corte la piel de la mejilla.
— ¡Tenemos que irnos de aquí! —Peter grita al notar que más hombres entran a rodearnos.
—Mierda —se desespera el alemán.
Peter me ayuda a disparar mientras yo corro hacia la salida, Cedrick viene detrás de mí sin dejar de disparar a sus espaldas.
— ¡Maldito traicionero, Cedrick!
Logramos salir de la fortaleza con la ayuda del alemán, los Romanos vienen detrás de nosotros y nos detenemos al ver como Cedrick al suelo, una bala se impregno en su brazo. Peter continúa disparando mientras yo tomo a Cedrick y lo ayudo a ponerse de pie.
Continuamos hasta llegar a la camioneta, rápidamente subo al alemán y me agacho al sentir los balazos a mis espaldas. Me doy la vuelta y en segundos logro derrumbar a los cinco hombres que venían detrás de nosotros dejando varios agujeros en su piel.
Al instante vienen más, rápidamente me adentro y Peter me sigue, enciendo el motor y como un experto, arranco la camioneta. Las balas golpean el metal del automóvil, pero eso no me impide el irnos de ahí.
El sudor en mi frente es notable al sentirme acelerado por la adrenalina que corre por mi cuerpo. De inmediato por el retrovisor visualizo tres camionetas persiguiéndonos.
Peter pone el maletín en un lugar seguro, baja la ventanilla y comienza a disparar. Cedrick no se queda atrás, recarga su arma y sale a disparar mientras yo hago maniobras con el volante.
—Agárrense —le advierto a mis compañeros.
Repentinamente giro el volante y me adentro a una calle estrecha. El auto se daña con los muros; una camioneta viene detrás de nosotros, enfrente logro visualizar un anuncio y de inmediato me llega la idea.
—Derrumben el anuncio.
Disminuyo la velocidad para llegar a tiempo, pero ambos hombres me miran con confusión.
— ¡Tiren el anuncio!
Saco mi arma y le disparo al anuncio, de inmediato se mueven y ellos comprenden. Se enfocan en disiparle mientras yo aumento la velocidad; el letrero cae, aumento la velocidad y logro pasarlo. De inmediato bloquea el camino dejando atrás a los Romanos.
Salimos del camino y continúo manejando hasta llegar al avión que no espera para llevarnos de regreso a Alemania.
Al llegar, los fieles de Cedrick lo ayudan a subir al avión, del avión sale Christa y se acerca a mí.
— ¿Te encuentras bien? —se percata de la herida en mi mejilla y trata de tocarme, pero de inmediato la detengo.
—Estoy bien, no es nada.
Sin lastimarla la hago subir al avión antes de que los Romanos nos alcancen de nuevo. Peter se encarga de encender el avión mientras yo me siento, le pido a una aeromoza que me preparé un whisky y le ordeno a Christa que curé a Cedrick, ella asiente y de inmediato es tratado.
Relajado, abro el maletín y sonrío al ver lo brillante que son los diamantes. Lo que tengo en mi mano es muy valioso, sonrió al sentir el éxito de Mintternacht.
La mujer me trae el whisky junto a un algodón para curarme la herida. Mojo el algodón con whisky, y de un solo trago bebo el refrescante licor, después, continuo con limpiarme la herida con el algodón y al no ver rastros de sangre lo aviento en el vaso vacío.
Victoriosos salimos de Roma y en una hora, con las manos llenas llegamos a Alemania.
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Falsa Identidad: Amores que hieren (2do libro)
General FictionLa comprensión es el primer paso para la aceptación y sólo aceptando se puede recuperarse. Yo he aceptado mi pasado, soy consciente de lo que fui y lo qué sucedió a pesar del doloroso y fatal destino que pasé. La vida me dio otra oportunidad para am...