Stray Babies

083

El primer amor debe ser algo lindo de recordar, Felix siempre pensó así.

Hay algo inexplicable en la teoría del amor que va mucho más allá de canciones, poemas y flores. Cree que es verdaderamente difícil de explicar sentimiento tan intenso e impetuoso como aquél. A él mismo le cuesta siquiera mencionarlo, éste sale de su pecho y se apodera no solo de su cuerpo, sino también de todo a su alrededor. Porque si hay un grupo de personas apagadas y sin una pizca de amor en su interior, fácil y rápidamente identificarás al que está enamorado.

Es muy similar a las caricaturas; humo rosa llenando la habitación y ojos de corazones. Felix piensa que es la personificación más acertada, solo faltaría agregar la sensación de estar flotando sin dejar de tocar el suelo.

Inexplicable. Ese es justo el problema.

Actualmente se encuentra recostado en la cama de su novio, acariciando su cabello y pensando en como todo había cambiado de un momento a otro. La habitación se siente fría y sola, muy a pesar de que ellos están ahí y fue él mismo quién se encargó de encender la calefacción. Es como si algo o alguien hubiese muerto.

El cabello de Changbin es suave, sigue oliendo a frutas, y por una razón que desconoce o simplemente no quiere aceptar, le reconforta que sea así. Porque si puede ser sincero consigo mismo, aunque sea una vez en la vida, pensó que se encontraría con otro escenario. Que tendría que ser fuerte porque es consciente de que Changbin se la pasa más en mundos de fantasía que en real, pero él estaba sobrio y no había nada extraño a la vista que lo hiciera sospechar.

¿Debería sentirse más tranquilo?

Porque, en realidad, solo lo hacía sentir más ansioso al tratar de adivinar dónde se encontraba.

─¿Entrarás a la universidad? ─Felix preguntó, sin detener el movimiento de su mano.

─Probablemente.

Ya no era lo mismo porque Seo Changbin amaba hablar de su futura profesión. Podía estar horas y horas explicando algún tema que leyó en libros que compraba para seguir absorbiendo información, y así cuando entrase a la universidad, pudiera saberse al revés y al derecho cada materia. Realmente la amaba. Tanto que se había convertido en todo su mundo y más.

─¿Sigues sin estar seguro? Creí que la psicología te convenció hace muchísimo... Es lo que siempre quisiste, ¿no?

─No sé si pueda hacerlo ─murmuró con algo mezclado en su voz que Felix no logró identificar.

Ya no era lo mismo porque Seo Changbin, muy a pesar de todas sus inseguridades, siempre se creyó capaz de lograr lo que sea que se propusiera. Especialmente cuando se trataba de la universidad y cualquier área donde tuviese que competir por ser el mejor.

Changbin solía ser el mejor en todo y ni siquiera lo sabía.

─Si entras, serás increíble. Y si no... Bueno, seguirás siéndolo ─le dijo por último, besando su frente y dejando sus labios allí por unos segundos que deseó que fuesen eternos.

El mayor se incorporó en la cama y se apoyó de sus débiles antebrazos, la habitación dio vueltas, los muebles cambiaron de lugar y su vista se volvió borrosa. Y Felix se dio cuenta de ello.

─¿Bin?

─No pasa nada... ─murmuró, enterrando su rostro entre sus manos─. Solo un mareo, eso es todo.

─¿Por qué estás mareado? ─indagó, frunciendo el ceño y de pronto sintiéndose como cuando regañaba a Jeno porque no se cuidaba a sí mismo─. ¿Comiste algo durante el día...?