En la noche, Susie retomó la guitarra. Hacer acordes era todo lo que le importaba ahora. Reflexionaba acerca de lo que le había dicho Wendy. Si realmente sentía algo, no valía la pena ocultarlo. Y tenía razón. Debería relajarse y dejar que todo fluyera. Igual que en su día a día.
Y recordaba la tarde que pasó con el Dr. Pines. De la sonrisa que compartieron. El honor de haber sido parte de un descubrimiento. La música que le mostró.
El beso que le dió.
Y de la confianza que le tuvo para que lo llamara por su nombre.
Todo su sentir, se tradujo en dulces melodías que traían paz.
-No toca nada mal señorita.-
Una melodiosa voz interrumpió sus pensamientos.
-¿Quién habla?
¿Hola?-Ella estaba sola en su habitación.
Sabía que los gemelos Pines estaban en el pueblo. Los Stans frente al televisor. Y Soos y Melody en el mostrador. Abuelita dormía. Wendy estaba en su casa.
-Es por aquí señorita.
-¿Dónde?
-Me estás sosteniendo.-
Susie se levantó de su cama y de inmediato se quitó el instrumento.
De la negra madera, se emergió un fantasmal sujeto.
Usaba una camisa de manga larga, pantalones de vestir, botas de campo y un sombrero de campesino. Su bigote era grande. Casi como el de Emiliano Zapata.
Y emitía una estela de luz roja.
-¿Quién es usted? ¿Cómo llegó aquí?-
La chica le preguntó detrás de su almohada y arrinconada en el fondo de su cama.-Puedes llamarme Santana. Y estás usando mi guitarra.-
Susana sabía muchas cosas acerca de los muertos gracias a su familia. Algunas personas se convierten en almas en pena porque dejaron un pendiente sin resolver. Otros murieron sin saber, y esperaban a que Dios los recogiera.
Para ella, el usar un objeto sin el permiso del difunto era de mal gusto.-¿Su guitarra? L-Lo siento mucho señor, no me dijeron que tenía dueño.
-No pasa nada. De hecho, los dos estamos de suerte.
-¿De suerte?
-Llevo 20 años dormido. Esperando a que otro guitarrista virtuoso aparezca.
¿Sabes tocarla, cierto?
-Sí. Espere, no me diga que me escuchó tocar ayer.
-Oh, ¿No tuve el placer?
Bueno, así las cosas. Cuando un buen músico aparece, me gusta enseñarles mis secretos para mejorar. Y creo que eres una de ellos.-¿Ah sí?-
Susie se preguntaba si la traicionaban sus oídos.
Había escuchado numerosas historias de gente que fue engañada por espíritus del más allá.
La familia Pines le habló de las trampas de Bill Clave, así que no estaba segura de eso.
-¿A cambio de qué?
-Absolutamente nada. Sólo por vocación de enseñar.
Además, ya es tuya. No puedes sacarme del instrumento¿Oh sí?-Era un argumento lógico.
La madera absorbe propiedades mágicas, así que tenía razón.-Tiene razón.
-¿Quieres iniciar las clases?
-Hecho.-
Una vez en confianza, viva y muerto estrecharon las manos para sellar su trato.
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La guitarra del Diablo(Gravity Falls)
ParanormalUna introvertida artista revela sus más profundos deseos al tocar unas cuerdas malditas. Gravity Falls © Disney Las canciones mostradas aquí pertenecen a sus respectivos autores.