Amelie se levantó con prisa, pues era su cumpleaños.
14 de febrero, el día del amor, de la amistad, el cumpleaños de la menor.. y el día que ejecutaron al emperador Claudio II, pero omitamos la parte atroz.
Abrió las cortinas de su habitación, haciendo que este se alumbre por luz natural.
La nevada había bajado considerablemente. Ya se podian ver las rosas rojas que estaba por gran parte del jardín.
Se colocó un vestido no tan largo ni tan corto, pasaba debajo de sus rodillas.
Era de color verde, uno de los favoritos de Amelie.
Peinó su cabello y salió de su habitación saltando.
Eran las 6 am y a ninguno de la servidumbre le hacía extraño que se levante tan temprano en su cumpleaños, era una niña muy activa.
Pasó por la sala, viendo como algunas señoritas ordenaban los regalos que habían llegado por familias amigas de los Kim y de algunos trabajadores de la empresa familiar, todos sabían que el cumpleaños de la menor era algo sagrado. Te podías olvidar de los cumpleaños de los esposos, pero nunca de la menor. Lo consideraban como un delito.
No tenía tiempo para contar los regalos, pero sabía que había más de 50 ahí.
Sonriendo pasó por la cocina, siendo recibida por los cocineros, quienes le desearon feliz día y le informaron que sus regalos ya estaban en la sala. Le preguntaron que deseaba desayunar, almorzar y cenar y ella gustosamente les respondió.
Se dirigió al comedor, donde yacía la nana, quien esperaba a Amelie y le dio un fuerte abrazo.
- Feliz día, mi niña .-dijo al separarse del abrazo y le dio un beso en la frente, para despues verla a los ojos.- Tus padres me avisaron que no podrán venir..
La sonrisa de la menor disminuyó, sus padres eran empresarios que viajaban muchas veces, no estaban en casa.
- Está bien, nana.
Antes de sentarse escuchó como el timbre sonaba, alegrando a Amelie.
Sabía que se trataba de su amigo, Jungkook.
Despues de aquel encuentro en el jardín en esa tarde de invierno, Amelie lo frecuentaba en su jardín, formando una linda amistad.
No pudo sentarse y salió corriendo hacía la entrada de la casa. Abrió gran puerta, dejando ver a un niño con zapatos marrones un poco desgastados, un pantalón marrón junto a una camisa blanca y tirantes sujetando el pantalón, y no faltaba su tipica boina.
Este sonrió al ver que la castaña abrió la puerta, temía que los padres de esta estuvieran presentes. Pues sus padres no duraron ni un segundo en contarle sobre la dinastía Kim y su familia al ver que él se relacionaba con la menor de la familia.
Detrás de él estaban sus padres, quienes querían saludar a la menor por su gran día.
- Feliz día, señorita Amelie .-dijo el señor Jeon, extendiendole una caja muy bien forrada, dando a entender que era un regalo.- esto es un regalo de parte mia y de mi esposa.
La menor aceptó gustosa.- Muchas gracias, señor Jeon. Es un lindo detalle.- dijo antes de voltear al costado-. Señorita Yoona, ¿podría colocar este regalo en la mesa?
- Claro .-contestó llevandose el regalo.
- Si nos disculpa, debemor ir a laborar .-habló la señora Jeon.
- No se preocupen, muchas gracias por el regalo.- Amelie se dirigió y los abrazó, sorprendiendo a los mayores, quienes se sintieron entiernecidos por el acto de la niña, correspondieron el abrazo. Pasaron unos segundos y se separaron para irse a trabajar.
Amelie volteó a ver a Jungkook, quien se veía algo nervioso.
- Feliz día, Amelie .-dijo antes de extender una pequeña caja con un lazo-. No es mucho, ni es costoso, pero espero que te guste.
Amelie recibió el regalo y lo abrió al instante.
Al abrirlo encontró dos collares con dos dijes que al instante reconoció.
El yin y el yang. Había escuchado de ello, pero no sabía lo suficiente.
Lo miró feliz y lo abrazó, pasando sus brazos por el cuello del mayor.
- Lamento si no es algo costoso .-dijo el mayor correspondiendo al abrazo.
- No importa si es costoso o no, si viene de ti es el regalo más caro que me dieron en mi vida — dijo Amelie mientras se separaba del abrazo.- ¿qué significa el Yin y el Yang?
- El Yin y el Yang, describe las 2 fuerzas fundamentales opuestas y complementarias —dice Jungkook mientras le colocaba el collar con el Yang a la menor-. que se encuentran en todas las cosas, es el signo del universo en perfecto equilibrio-. terminó mirando a los ojos de Amelie, levantó el dije del Yin-. Este dije es el mio.
- Wow, realmente es un lindo regalo .-soltó feliz la niña-. Muchas gracias, Jungkook.
Se sonrieron mutuamente.
- ¿Ya desayunaste? .-le preguntó Amelie a Jungkook, recibiendo una respuesta negativa-. Ven a desayunar conmigo.- jaló al castaño antes de que él pueda negar aquella invitación.
Jungkook veía toda la casa mientras caminaba junto a Amelie.
"Si quiero una casa como esta necesitaré vender todos mis organos y el de mi conejo, bueno, ni eso alcanzaría" Pensó el mayor admirando cada detalle de la casa Kim.
Sin darse cuenta ya habían llegado al comedor, dejando ver una mesa con mucha comida y a una Nana sorprendida pero con una sonrisa.
Jungkook al ver a la señora Hyun-ji hizo una reverencia inmediatamente.- Buenos días, señora Hyun-ji.
- Buenos días, Jungkook. Veo que acompañarás a Amelie el resto del día.
- Solo si usted me lo permite.
La mayor de ambos sonrió al ver los modales del muchacho.- Claro que sí, vengan y sientense para que degusten el desayuno.
Jungkook se sentía bienvenido a la casa Kim por parte de Amelie y de la señora Hyun-ji.
¿Los padres de Amelie serían igual de hospitalarios como ambas mujeres?
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