Minjeong extrañaba ser una niña, sobre todo ahora que es una adolescente. De niña ella solo, no le preocupaba nada a su alrededor. Siendo una adolescente, no podía ignorar su enfermedad, siendo una adolescente, no podía ignorar sus sentimientos. Sus padres ya no le ocultaban nada, sus doctores eran cada vez más fríos al hablar.
La castaña fingió escuchar a la residenta hablar sobre las dosis de sus medicamentos, pero en realidad no estaba escuchando nada. Algunas veces oía, pero no escuchaba, algunas veces veía sin observar. En pocas palabras, no le prestaba atención al mundo a su alrededor. Los doctores siempre repetían las mismas cosas, un monólogo vacío, para una condición que no tenía cura.
"¿Minjeong me estas escuchando?" Sun, la madre de Minjeong, no perdió oportunidad en sacar a su hija de sus profundos pensamientos.
"¿Perdón?" Minjeong parpadeó varias veces, como dejando ir sus pensamientos en el aire.
La mujer colocó las manos sobre su cintura, analizó la mirada perdida de su hija. "En definitiva no lo haces." Sun miró desde su hija hasta el residente. "¿Siquiera escuchaste lo que te dijo la residenta? "
Minjeong miró hacia sus pies. El pantalón que usaba ya le quedaba corto y dejaba ver sus no tan contrastantes calcetines amarillos. "Me distraje por un momento."
La residenta relució una perfecta sonrisa, asintió levemente. "Debe estar enamorada, de otra manera como podría haber perdido sus sentidos por tanto tiempo."
"No los he perdido..." Se detuvo por unos segundos, ignoraría el hecho de que la residente sugirió que talvez estaba enamorada. Solo no quería escuchar toda la mierda que decía sobre que mi vida nunca va a ser normal. Minjeong pensó el resto de la frase.
La residenta asintió, notando como las mejillas de Minjeong se sonrojaron de apoco. Hablar con pacientes jóvenes frente a sus madres, era como hablar a traves de telegramas. Corto y preciso. Los jóvenes ocultaban muchas cosas a sus padres, lo sabía perfectamente, porque en algún momento de su vida, también hizo lo mismo. "¿Señora podría dejarnos solas un momento? "
La mujer juntó sus manos con algo de duda en su rostro, pero terminó asintiendo. "Supongo que sí."
La mujer abandono la habitación, dejando a Minjeong y a la residente a solas. Minjeong la vió sentarse justo frente a ella, sabía que era una de las nuevas. Debía ser bastante buena en la facultad, de otra manera no estaría atendiendo sin supervisión de un doctor. Su aspecto era sencillo y totalmente pacifista. La bata blanca que usaba, contrastaba con su cabello color negro y su cara de niña buena. La placa de su uniforme decía su nombre en letra imprenta, Kim Yeji.
Yeji exhaló, le tomó unos segundos empezar a hablar. "Sé que intentas ser más madura de lo que tu edad te permite, pero muchas veces solo tienes que dejarte llevar por la juventud. Minjeong, esta es la mejor época de tu vida. "
Minjeong tragó amargo, unió sus cejas mientras apoyó sus manos en la camilla. "¿La mejor época de mi vida?"
"Sí." Yeji aseguró sin titubear.
"La mejor época de mi vida era cuando fui una niña y no sabía que tenía que lidiar con esta condición. Todo lo que siga después de mi niñez, no es más que el resto y nada más."
"Minjeong.... No te ofendas, pero..." Yeji dudó, dejo que la chica hablase.
Minjeong se acercó a Yeji, la miró con cierto tipo de suspicacia. "Ya estoy ofendida con solo escuchar esa frase."
Yeji se señaló así misma, estaba tratando de ser una buena chica, porque en verdad ella lo era. "Yo soy solo una residente, pero puedo ver como tratan a las personas aquí." Yeji miró a su alrededor, devolvió su vista a la chica para seguir hablando. "Aprovecha que aún queda algo de humanidad en mi ser y escucha mis consejos." Yeji expresó sus palabras con insistencia, señaló las cienes de la otra. "Creo que tu cabeza es un jodido remolino ahora mismo, es por eso que ni siquiera escuchaste lo que le dije a tu madre y a ti. "
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Yellow Socks - Winrina/Jiminjeong aespa (ADAPTACIÓN)
FanfictionUna chica que ama los calcetines amarillos, con muchas ganas de vivir. Así se puede definir a Minjeong, de tan solo dieciséis años. Una chica que padece de anemia falciforme, condición que ha tenido desde su nacimiento y que ha venido cambiando su v...