Different Worlds. Sesshome (Finalizada)

El regreso de Shippo y un Lord.

En la entrada del bosque Inuyasha, Kaede esperaba sentada bajo un árbol, pues la carta que había recibido de aquel pequeño Shippo decía que volvería y que guardara su regreso ante Kagome, pues quería darle una sorpresa.

- Que rápido paso el tiempo - dijo mirando el cielo - Que mal que Kagome y Sesshomaru tengan que sufrir después de todo lo que han tenido que soportar -

Kaede estaba tan centrada en su pensamiento que jamás se dió cuenta que alguien se había sentado a lado de ella.

- Es bueno verla Kaede-san -

Kaede sorprendida miro a quien estaba sentado a lado de ella dándose cuenta de que aquella cría de Kitsuné había crecido demaciado.

- Shi~Shippo - susurró.

Shippo sonriendo abrazo a Kaede quien con lágrimas devolvió el abrazó, pues habían sido años de los cuales no se veían y ahora estaban juntos de nuevo.

- Vamos Kaede, vamos a la aldea quiero ver a Sango, Miroku, Kohaku, Rin, Seijun, Gyokuto, Kin'u, Hisui, Kikyō, Ryu, Inuyasha, Hanae, Nao, Sesshomaru-sama y mi mamita hermosa - decía con emoción.

- Está bien, vamos - dijo sonriendo.

Shippo ayudo a Kaede y ahora que era más grande la cargó sobre su espalda y llevándola hacia la aldea dónde le sorprendió el gran cambio de esta y al entrar muchos lo miraban con sorpresa y respetó, pues Shippo era el protegido de la familia Taisho como Rin y verlo nuevamente hacía que las personas del pueblo se sintieran más seguras.

- Veo que terminaron de construir el templo - dijo emocionado.

- Así es, tiene como seis años que lograron terminarlo - decía - Ahora Kagome, Hanae, Nao y Sesshomaru-sama viven ahí -

- Ya veo -

Shippo aún cargando a Kaede subió las escaleras de aquel alto templo, dónde al llegar vio como Rin y Jaken intentaban tranquilizar a una angustiada Kagome, Shippo bajo a Kaede quien también confundida miró la escena.

- ¡¿Qué está pasando?! - preguntó serio.

Tanto Jaken y Rin miraron sorprendidos a Shippo y Kagome quien con lágrimas se safo de los agarres y corrió a abrazar a su pequeño Shippo.

- ¡Shippo! - exclamó con lágrimas - Mi pequeño Shippo -

- ¡Shippo! -

Todos llegaban con Shippo, pero tanto el Kitsuné como Kaede seguían sin entender que pasaba.

- Kagomesita, ¿Dime qué sucede? - preguntó mirándola

- N~Nao hoy se convierte en humano y estará débil - respondía - Y ahora salió en busca de Towa aún sabiendo que corre peligro -

- ¿Quién es Towa? - siguió preguntando.

Jaken le contó todo a Shippo y este sorprendido procesaba todo, pues ese niño que el había conocido podía morir por aquella imprudencia.

- Iré por él y por la señorita Kikyō - dijo levantándose.

- Shippo espera no sabemos dónde hayan ido - dijo Rin.

- No te preocupes Rin puedo rastrear bien - mencionó.

Pero jamás imaginaron que Sesshomaru estaba ahora frente a Shippo con una cara seria y llena de molestia.

- ¡¿Dónde está Nao?! - preguntó fríamente molestó.

- ¡Kikyō! - exclamó Inuyasha - ¡¿Dónde está Kikyō?! -

Todos estaban nerviosos a excepción de Shippo que miraba firmemente a Sesshomaru, pero Kagome con sus fuerzas camino hacía Sesshomaru y lo abrazó.

- Sesshomaru - decía - Mi hijo, mi niño está en peligro -

- Miko - susurró sosteniendo la - Iré por el -

Kagome feliz de que haya regresado Sesshomaru que lo abrazo con lágrimas, después de unos minutos Sesshomaru dejo a Kagome y junto a Inuyasha y Shippo seguían el rastro de Nao, pues el Lord tenía un mal presentimiento de todo esto.
En las tierras del Norte Hanae, Moroha y Hisui habían llegado a dónde se encontraban los Ōkamis y habían sido mal recibidos.

- ¿Qué es lo que desean hijos de Inus? - preguntó con desagrado.

Hanae hizo una reverencia y para Kōga ver el gran parecido de Kagome en ella era sorprendente.

- Hemos venido, porque necesitamos su permiso de pasar por sus tierras y seguir en la búsqueda de alguien importante - respondía con respetó.

A pesar de no llevarse con Sesshomaru por el rencor de haberle quitado a la mujer que ama no le tenía rencor a Hanae o a Nao, pues lo consideraba como sus hijos y si ambos estaban en sus tierras era realmente por algo importante.

- Bien - dijo - ¡Yawaragi! -

Aquel nombre hizo que Moroha se tenzara y con lágrimas miraba aquien ella conocía como su guardiana.

- ¿Si, Kōga? - preguntó.

- Acompaña los - respondió - Sus padres no tardarán en pasar mis tierras también y no quiero provocar una guerra -

- Como digas - dijo acercándose al grupo - Andando -

Yawaragi miro a los tres con una sonrisa, sin embargó, le había llamado la atención aquella niña hanyō vestida de rojo, pues era realmente parecida a Kagome y a Inuyasha.
Sin más el grupo comenzó a correr a dirección a donde provenía el olor de Nao, sin saber lo que les esperaba por delante.