Mᴀɴᴛᴇ́ɴ ᴇʟ sɪʟᴇɴᴄɪᴏ. ᵏᵒᵒᵏᵐⁱⁿ·

10.

[Fetiche]

Jm.

Mis ojos se abrieron poco a poco observando el pecho descubierto del otro recostado junto a mí.

Por más fría que se encontraba su piel y sus labios se mantenían con heridas sigue siendo apetecible a la vista de cualquiera.

Era verdad, terminé por caer en sus encantos.

Nunca imaginé lo bueno que sería, cuidó y fue muy agradable conmigo, sin duda así fue.

—Jungkook... esto, lo que pasó...— murmuré encontrando la forma de explicar lo que pasaba por mi mente.

—¿Fue un error?.— bajó su mirada para verme y retiró un mechón rebelde de mi rostro acariciando mi oreja.

Parecía verdaderamente interesado por mis siguientes palabras y eso me hizo de pronto estremecer por sentir un poco de temor.

—¡No! Yo...

—¿Te duele?.— cuestionó arrinconado nuestros rostros evitando mi escape.

—Sí.— concluí un poco avergonzado.

Extraño.

Se trataba de un simple contacto que me daba ansiedad y extrema desconfianza.

—Fui muy duro. Cuando ví la oportunidad la aproveché.— me habló firme como el primer día en que nos vimos.— No me contuve.

Era verdad, fué muy duro.

Traté de mentirme yo mismo y encerré mis sentimientos dentro de mi corazón atormentado.

¿Por qué me siento así?

Yo vine y le rogué que lo hiciéramos...

¿Entonces por qué me siento sucio y adolorido?

—Entiendo.— susurré en voz baja.

Quizá es por qué es mi primera vez.

—La próxima vez te sorprenderé aún más.— me dijo con una media sonrisa guiñando un ojo.

¿La próxima vez?

No podía ni siquiera imaginarlo.

Esto se volverá a repetir. Y tan solo pensar en eso me daba miedo.

Sin duda me separé de sus brazos y me preparé para irme a mi habitación.

—¿Qué haces?.— preguntó confundido y algo airado por mi acción.

Iré a darme una ducha.

Tenía mi corazón latiendo fuertemente en cuanto me medio cambiaba para salir en busca de mi pequeño escondite.

—Te sacaré la ropa yo. Te la pondré en la cama para que te vistas.— sonó estricto.

—Claro.

—Bueno, vete.— dijo sin aparente interés.

Esto es estúpido.