Capítulo 27. Instinto asesino activado.

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     Lena y Trevor estaban con la boca abierta

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Lena y Trevor estaban con la boca abierta. Pasmados.

—Creo que fui demasiado rápido —dije respirando hondo.

— ¿Qué fue lo que dijiste? ¿Ronald protector contra bestias? —preguntó Lena muy lentamente.

—Carajo —susurró Trevor—. ¿Protector contra bestias? ¿Qué no era soldado?

—Lo es, pero dejó de serlo por unirse al grupo de protectores.

Lena y Trevor tenía una expresión suspicaz y no dejaban de intercambiarse miradas.

—Tienen que creerme, yo no podría inventar algo así. Amo leer historias, pero no tengo esa clase de imaginación.

—Por eso mencionaste lo de su mundo, ¿Por Heather?, ella también es una protectora.

Asentí.

—Aurora —me llamó Lena—. Es que... me resulta poco creíble.

—Yo le creo, Lena —intervino Trevor—. ¿Por qué rayos Aurora inventaría algo así?

Miré a mi amiga desesperada, ella se tomó unos segundos y suspiró.

—Bien —concluyó la morena—. Creo que Ronald sí tiene finta de ser un chico soldado, protector o lo que sea.

—Por eso quería confesárselos, a él no le gustaba la idea porque no quiere que estén involucrados, pero... tenía que desahogarme —expliqué, bajando la mirada.

      —Veré a Ronald con otros ojos —comentó Lena con una risita—. Me parece más bien como un héroe o no sé —se rio—. Un chico muy malo que acaba con monstruos que van tras su chica.

Me reí al igual que Trevor.

—Yo lo veo igual, simplemente que pensaré dos veces antes de querer meterme con él —agregó el castaño.

—Nadie de mi familia lo sabe —dije—. Tuve que decir que tenía otro apellido para que no se enteraran que era hijo de Matt West pero eso ya se sabe.

—Doble vida, protector de bestias y millonario —enlistó Lena asombrada—. Cielos, ¿qué clase de perfección humana tenemos entre nosotros?

—Ignoremos lo que dijiste Lena —replicó Trevor con los ojos en blanco—. Aurora créeme, soy un chico y cuando nos enamoramos de verdad lo damos todo, él sabrá comportarse y darte tu lugar como su novia.

Lo miré en ese momento, no quería tener dudas y traté de convencerme.

—Confío en él —respondí.

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No estaba de muy buen humor pero mis amigos se encargaron de disminuir mi tensión. Después de clases nos fuimos a Starbucks para hablar de todo menos de amor y resultó bien, incluso les pedí guardar el secreto a lo cual, ellos casi me obligaron a escupir en la mano para cerrar el pacto.

2º COLISIÓN: para siempre te protegeré.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora