Dirty Drag Parte 7:

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Después de follar como conejos, leones y gatos, todos los animales que aman follar, delfines, chuparle la verga hasta sacarle la mierda y terminar con Senjuro arriba montándolo como un profesional, por fin se quedaron dormidos.

Fue grandioso, Tanjiro follaba como los dioses y tenía la resistencia de uno, además de ser un manjar para comer todos los días de su vida.

Era temprano en la mañana cuando Senjuro despertó por el fuerte agitado cuerpo de Tanjiro, se convulsionaba con fuerza, mientras su frente estaba perlada de sudor, susurrando cosas que Senjuro no alcanzaba a entender.

Comprendió rápidamente que Tanjiro estaba igual de jodido que él y que sería una gran pareja para arreglarse mutuamente.

Se acerco lentamente, evitando todo contacto al principio, tranquilizándolo con suaves susurros y palabras de aliento, cuando vio oportuno lo abrazo acariciando su cabello pelirrojo.

Tanjiro poco a poco se volvió a dormir profundamente, por lo que sabia, después del sexo y de la charla de almohada.

Tanjiro era un ex-soldado dado de baja sin honores por una enfermera celosa caprichosa que no se quiso follar y declarar su estado gay.

Por lo que fue fácil deducir que Tanjiro tenía estrés postraumático por los sucesos de la guerra, sus signos lo decían todo, era hasta admirable que el hombre siguiera entero después de vivir algo tan traumático como la guerra.

Durmieron abrazados el resto de la mañana.

Tanjiro parpadeo para alejar el sueño ¿Dónde estaba? Su mirada profunda lo llevo al pequeño banco a los pies de la cama, la habitación donde despertó era... demasiado elegante y sofisticada, para nada se comparaba con las casas que frecuentemente visitaba en sus jodidas de una noche, esto era algo más.

Una falda de cuero y un top de lentejuelas descansaba sobre dicho mueble y entonces todo lo golpeo, los recuerdos volvieron como un rayo, la cosita preciosa rubia y caliente en el bar, su revolcada en el sucio baño y después Senjuro lo había llevado a su departamento para seguir la noche, fue épico, monumental.

La regadera que se escuchaba a la lejanía se cerró y un Senjuro muy desnudo, salió por una puerta que supuso era el baño.

Le encantaba Senjuro, no tenía inhibiciones, ni vergüenza, le gustaba mostrarse tal y como era, eso decía mucho de la persona que era, era fiel a le mismo.

Tanjiro lo recorrió sin timidez, después de todo ya lo había visto todo del joven rubio la noche anterior.

— ¿Te gusta lo que vez? — murmuro Senjuro en un tono sensual y provocador, mientras sus finas manos recorrían su húmedo cuerpo con lascivia.

— Si — contesto sin retardo, tratando de llamarlo con desesperación a lo que Senjuro contesto subiendo a la cama.

Sus apacibles besos se convirtieron en algo devorador y voraz, mientras sus bocas tronaban audiblemente, la saliva y dientes entraron en acción rápidamente, entretanto las ásperas manos de Tanjiro comenzaron a acariciar a donde sus dedos alcanzaban la suave piel.

Parecía que no podían mantener las manos lejos del otro, era adictivo y nunca tendrían una sobredosis.

— ¡Senjuro! — la alegre voz de su hermano se escuchó desde la estrada del departamento, Senjuro se apartó de la boca que devoraba para tratar de escuchar los pasos de su hermano.

Kyojuro no tardo en abrir la puerta y mirar a Senjuro como si no estuviera encima de otro hombre, mientras estaba desnudo y duro.

— Quedamos que hoy desayunaríamos juntos — reprendió Kyojuro ignorando a Tanjiro.

Senjuro puso los ojos en blanco en fastidio quitándole importancia, mientras su cuerpo se ponía en pie, aun estando desnudo, recorrió la habitación hasta la cajonera.

Senjuro era otra cosa hombre, Tanjiro miro sorprendido por la interacción de los hermanos.

Mientras Senjuro se vestía, Tanjiro trato de huir al baño, pero antes de que pudiera lograr su cometido Senjuro hablo.

— Kyojuro él es Tanjiro, necesita un buen abogado — comento casual le joven rubio.

Kyojuro lo miro por una fracción de segundos, reconociéndolo, antes de volver su atención a su hermano, cabe recalcar que el pobre Tanjiro seguía desnudo, solo con una sábana cubriendo sus partes nobles, solo pudo saludar un tenso meneo de mano.

No solo Senjuro era peculiar, si no, toda su familia, por lo menos su hermano lo era. 

Dirty Drag⌠TanjiSen⌡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora