D.gray man no me pertenece solo escribo guarradas con sus personajes sin fines de lucro XD.
Era ya la hora de la comida y solo tenía una hora de descanso antes de que comenzará la clase de literatura. Si no comía en esa hora lo haría hasta la cena, la cual era a las ocho si bien le iba. Por lo tanto era tan angustiante el haberse levantado tan tarde como para no haber preparado algo. No tuvo mas opción que ir a comprar a la cafetería de la escuela y para su mala suerte solo había alcanzado un pan de curry, un pan de arroz y una triste sopa instantánea. Casi quería llorar.
Miro su celular y aun tenía cuarenta y cinco minutos para comer y como si alguna deidad se hubiese apiadado de su alma un mensaje de Kanda llegó.
—El viejo me puso dangos. Ven por ellos.- sus ojos brillaron con emoción y agradecimiento infinito hacia su vecino y amigo de la infancia. Ni tardó ni perezoso corrió al salon de Kanda.
Yû Kanda era un joven de marcados rasgos orientales, con cabello negro, lacio, corto, piel blanca y mirada penetrante. Kanda era más alto que la media de los orientales y practicaba kendo por las tardes en la escuela. Adicional, era su vecino y lo conocía desde que tenía 5 años.
Normalmente siempre habían coincidido en la escuela, ya que se llevaban poco menos de tres años de diferencia, siendo Kanda el mayor. Si bien no podría decirse a simple vista que eran los mejores amigos tampoco podían decir que fueran enemigos. Simplemente tenían una amistad muy brusca donde se la vivían peleando la mayor parte del tiempo y, a pesar de esto, estaban siempre juntos. Tal parecía que disfrutaban estarse peleando.
Al llegar al salón de Kanda le vio sentado ignorando a Lavi, un pelirrojo suicida que tenía por pasatiempo desquiciar a Kanda. Saludo a Lavi y a Kanda y este último casi le lanza el recipiente plástico donde tenía los dangos, lo cual desato la tercera pelea del día entre el oriental y el albino.
La pelea iba escalando de tono hasta que Lavi decidió interrumpir.
—Allen, ¿qué era la nota que estaba en tu zapatera?- El albino lo miro con desconcierto, y pronto supo a que se refería Lavi.
En la mañana al llegar a la escuela y pasar a cambiarse sus zapatos encontró en su zapatera una carta en un sobre rosa que iba dirigida a él (por increíble que pareciera), creía que había sido discreto y que nadie había visto esto, sin embargo a Lavi nada se le escapaba.
—Quieren que vaya a la azotea de la escuela después de clase.
— ¿Sabes de quien es la nota?- preguntó Lavi.
—No. No traía nombre.- y colocó una porción de sus fideos instantáneos en su boca, una vez se hubo sentado frente a Kanda.
—¡Seguro es de tu admiradora secreta!, ¿será el inicio del camino a perder tu virginidad?- sugirió Lavi mientras se reía y daba codazos en las costillas de Allen, quien por poco escupe los fideos al tiempo que se ponía todo rojo por semejante comentario.
Allen miro disimuladamente a Kanda mientras Lavi le molestaba y este solo miraba desinteresadamente su celular mientras tomaba agua.
Por un momento esperaba ver alguna reacción en él aunque no podía decir por que esperaba que hiciera o dijeral algo, ni por que se sentia decepcionado de que luciera tan desinteresado.
—¿Qué le responderás cuando se te declare?-pregunto el pelirrojo emocionado una vez dejo de darle de codazos.
—No sé ni si quiera quien es.
—Buen punto. Yo le diría que si, si fuese una bella chica como Lenalee. Por cierto Allen.–dijo Lavi después de haber dejado de divagar con Lenalee y una posible relación con ella- Para empezar, ¿hay alguien que te guste?
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UNIDOS
FanfictionAU, Yullen, Yaoi. Allen es un joven que no tiene experiencia en el amor, un buen día descubre que le gusta su amigo Kanda sin saber que hacer. Tendrá que aprender a lidear con este descubrimiento.