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Capítulo 69 Ir a la Oficina

Yuan Xi fue invitado a la comisaría, su primera vez en la comisaría, y fue un poco una novedad y un poco un fastidio.

No se le retuvo como sospechoso, ni se le esposó, sino que se le invitó a entrar en la comisaría y en una pequeña sala de interrogatorios, por lo que, naturalmente, no pudo estar tomando el té y conversando con él.

"Señor Yuan Xi, ¿es así?" Un oficial de pelo azul oscuro con cierta antigüedad se sentó frente a él, adoptando una postura de interrogatorio.

Yuan Xi asintió, desbloqueó su comunicador y lo puso sobre la mesa: "Mi información personal está toda ahí".

La implicación era que no se necesitarían más tonterías.

"Me llamo Fred". Al agente de policía de la sirena no le importó su actitud, sino que hizo una breve presentación de sí mismo.

Yuan Xi le dedicó un leve gesto de reconocimiento.

"Señor Yuan Xi, le hemos pedido que venga aquí en relación con un caso de asesinato de naturaleza desagradable que ocurrió ayer por la tarde, me pregunto si está al tanto de ello". Fred sacó una noticia.

Yuan Xi miró el conocido titular, asintió y dijo: "He visto las noticias esta mañana".

"¿Y te resulta familiar alguno de los doce nombres que aparecen en la noticia?" preguntó Fred.

"Jeff y Arthur, un ex profesor de lucha, y un compañero que conozco desde hace tiempo". Yuan Xi habló en un tono ligero, sin que le doliera el hecho de que fuera una sirena que conocía bien la que había muerto.

"Por lo que sabemos, los brazos de Jeff fueron destruidos hace dos meses, y Yuan Xi fue el culpable, ¿verdad?" Fred no se anduvo con rodeos, sino que preguntó sin rodeos.

Ante esto, Yuan Xi le dirigió una mirada sonriente: "Oficial, no va a suponer que soy el responsable del asesinato de ayer, ¿verdad?".

Flood no dijo nada, sólo lo miró con una mirada profunda.

Yuan Xi se rió ligeramente: "Si quisiera matarlo, lo habría hecho ese mismo día, ¿por qué esperar hasta ayer? Además, aparte de Arthur, al que conozco, los demás no tienen relación conmigo, así que ¿por qué iba a matarlos?".

"¿Sabes por qué están reunidos los doce?" preguntó Fred.

"No soy un gusano en sus barrigas, así que ¿cómo voy a saber lo que están pensando?" Yuan Xi se encogió de hombros.

La mirada de Flood se enfrió dos veces: "¿De verdad no lo sabes?".

Yuan Xi se sentó con flojera y preguntó en lugar de responder: "Me gustaría preguntarle al oficial, ¿me está investigando ahora como sospechoso o simplemente me está pidiendo que coopere con la investigación? Si es lo primero, por favor, presente primero las pruebas de que sospecha que soy sospechoso, de lo contrario me hará sentir violado por la policía de esta manera; si es lo segundo, por favor, cambie su forma de hablar".

En realidad era algo digno en persona, y cuando su rostro era frío, daba a la gente una sensación de seriedad sin ira, pero Yuan Xi no vaciló cuando se encontró con su rostro frío.

Después de un largo rato, Fred bajó la mirada y dijo con despreocupación: "Sabemos, por nuestra investigación, que Jeff se puso en contacto con sus viejos amigos hace unos días con la intención de colarse en tu casa y matarte."

"¿Quieren matarme?" Yuan Xi se sorprendió.

Fred levantó los ojos para mirarlo de nuevo, y al mismo tiempo soltó unas cuantas fotos más tomadas de la escena. Había un montón de impresiones en la pared, grandes y pequeñas, ninguna de las cuales era de Yuan Xi, y la mayoría tenían grandes cruces rojas dibujadas en ellas.