Falling in love >Jaden Walton

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Narra Juliet

Ya eran las ocho y los Walton iban a cenar con nosotros, así que empezamos a poner la mesa, mamá ya había echo el pollo y las patatas ya que eso era lo que íbamos a cenar.

Cuando ya estaba todo listo, mamá dijo.

– Esperen un momento, voy a ver si Jack recogió su habitación.– dijo sacando la llave de su bolsillo.

Jud y yo compartimos una mirada de burlona.

Una hora antes Jade le había metido la llave en el bolsillo a mamá, ya que cuando volvieron lo disimulo dándole un abrazo.

– Ve, ya verás que esta perfecta.– dijo el orgulloso, que cretino iba a quedar cuando mamá lo viera.

Mamá subió las escaleras y no na volvimos a ver hasta que chillo.

– JACKSON DANIEL BROWN MURPHY.–gritó mamá como si le fuera la vida en ello.

Todos parecían asustados, salvo Judith,Jade y yo. Aunque en verdad yo me sentía un poco mal por el, pero solo un poco.

Jackson seguía con cara de asustado y confundido,hasta que vio bajar a mamá con la cara enfadada y roja como un tomate.

– ¿Que a pasado, mamá?–dijo Jack casi en un susurró.

– No has recogido tu habitación, eres un mentiroso.–dijo mi madre.

—¿Que? Claro que si.– Jack subió corriendo y confundido.

Mis hermanos, mi madre y yo lo seguimos, mientras los Walton se quedaban en la mesa.

–¿Que? Mamá , te juro que la recogí.– dijo Jackson, desesperado por ver su habitación en ese estado.

Judith y yo nos miramos sin que nadie se diese cuenta.

– No quiero explicaciones, estas castigado una semana ayudando en la casa, y tres días sin móvil,y como vuelvas a mentirme cambiará a un mes o más .– dijo mamá bajando las escaleras.

Todos la seguimos, hasta sentarnos a cenar.Judith se sentó enfrente mía y por debajo de la mesa chocamos los puños, en señal de que nuestro plan fue un éxito.

La cena transcurrió normal hasta que llegó mi padre, mis padres trabajaban mucho ya que mi padre es abogado y mi madre es juez, pero ahora está trabajando desde casa.

– Hola ya he vuelto.– gritó mi padre, Mike, desde la puerta.

– Papi.– gritó también Jade, alargando la i , y corriendo hacia la puerta.

Mi padre entró por la puerta de la cocina saludando y presentándose a los nuevos vecinos.
Terminamos de comer y recogimos la mesa; los Walton se despidieron para luego irse a su casa a descansar.
Hoy era sábado, y como los domingos solemos hacer barbacoa los invitamos ya que ahí nos reuníamos todo el barrio.

Como nos hemos llevado tan bien, nos hemos dado nuestros instagrams y números de teléfono, para hablar.
Mis padres hicieron lo mismo sus padres.

Al día siguiente

Eran las 9 así que me levante con toda la pereza del mundo para hacer mi deporte diario , ya que dentro de dos semanas tendría partido, entonces me puse ropa deportiva, fui al baño y me lave la cara para después cepillarme el pelo y dejarlo en una coleta alta.
Baje a la cocina y solo estaba James y Jud, cogí una manzana verde y me senté en la encimera de la cocina.

– Voy a salir a correr.– avise yo.

– Se dicen bueno días.– dijo mi melliza.

– Como siempre.– dijo mi hermano ignorando a Jud.

–Ya, bueno me voy.– dije después de terminarme la manzana, para poder salir por la puerta y cerrar.

Estuve casi una hora corriendo, hasta que decidí que era hora de volver a mi casa y darme una buena ducha de agua fría para relajar los músculos.
Pero al pasar por frente de mi casa una pelota de béisbol me cayó cerca.
La cogí y me di cuenta que alguien se aproximaba a mi , entonces lo miré y dije.

–¿Es tuya?– pregunté confusa.

– Primero se dice bueno días y segundo si, es mía.– dijo un Jaden con una sonrisa , sosteniendo un bate de béisbol en la mano.

– ¿Juegas béisbol ?– pregunte.

– Creí que era un poco obvio.–

– Yo antes jugaba.– dije mirando la pelota y luego a el .

–¿¡Enserio!?– dijo Jaden sorprendido.

–No me crees.– dije con entonación irónica.

– Es que me sorprende.–

– Era lanzadora y era muy buena.–

–No creo, yo seguro soy.– dijo Jaden con un tono burlesco y orgulloso.

– Pues vamos a verlo.– dije muy segura mientras caminaba hacia en patio de su casa, donde anteriormente el estaba entrando, el me siguió a pasa rápido.

Esa mañana practicaron entre risas hasta que dieron las doce, es decir, dos personas con tanto orgullo no se dejarían perder por la otra.

O eso pensaban...

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Hola , este a sido un capítulo muy corto, el siguiente será más largo.

Espero que os este gustando la historia y comenten que tal.

–Y aquí vuestra servidora se despide.