Marginada | El Marginal |

CAPÍTULO 2

Estábamos limpiando el patio dios, César y yo, de respete dios hablo

Dios: ¿che loco y vos porque estas aca?
¿Que hiciste? Robaste, mataste...violaste...

Yo: ¡DIOS!

Dios: ¿Que, loca? Quiero saber.

César: no se pregunta eso, amigo

Dios: al final no sé puede preguntar nada acá adentro, ¿Que es todo un misterio?
¿Cuál es el problema? Yo no tengo problema en decir porque estoy acá.

Que de paso, digo que no me parece tan malo

*Rodeé los ojos*

Dios: es la primera vez que estamos en un penal

Estamos por defender a nuestro hermano
Y lo digo con mucho orgullo

Dios: por defender Marito en un plan
Que al final, no salió

Yo:Ja, pero estaba bueno el plan si salía igual

Dios: Sisi

Vi que Dios levanto algo de el suelo, pero no le lleve mucha importancia, se nos acercó un yuta, era uno que nos estaba agarrando a noche a Dios y a mí

Ontiveros: ¿Su hermano como esta? ¿Está mejor?
Que no se lo tome como algo personal, son códigos.
Y quédense tranquilos, que la próxima se la vamos a dar a ustedes también.

Yo: A tu vieja le voy a dar, puto de mierda.

Dije tirando la escoba.

Dios: Cuando quieras, pedazo de puto

César se nos puso en el frente

Capece: ¿Que carajo pasa acá?

Dios: este cobani nos está agitando

Capece: vamos, Ontiveros
Tomatelá para adentro

Capece empezó a hablar pero no le di bola, porque César me habló

Yo: ¿Que querés?
¿Que tanto me miras?

César: Eh, ¿que te pasa? ¿Estás enojada conmigo?

Yo: No, perdón es el cobaní este, que me hace calentar.

César: no le lleves el apunté, mejor dame un besito

Comenzó a acercarse, hasta quedarse a centímetros de. I cara.

Yo: ¿Que te fumaste, bobo? Recién nos conocemos y ya me querés chapar.

César: dale, uno chiquito
Encima tenés los labios muy secos.

Yo: flasheaste, córrete dale.

Lo empuje levemente y me fui a la cobacha, dónde estaba Mario y dios, los pibes que casi se coje a Pato a noche, lo fueron a molestar, mire a dios para que vayamos a ayudar a Pato, hicimos un intento para ir, pero Barby nos agarro de los hombros, los pajeros que lo estaban apurando a Pato lo empezaron a golpear.
Ahí saltamos de nuevo dios y yo