La Chica Potter ~George Weasley

Thestrals y poción matalobos

Capítulo 6

Querido Remus:

¿Cómo haz estado? Si me lo preguntas, yo he estado muy bien, definitivamente me ayuda el hecho de por fin estar con mis amigos. Harry, por el contrario, ha estado un poco alejado, se molesta con facilidad y está más serio que nunca, me pregunto si podrías mandarle una carta o algo parecido, creo que lo alegraría.

¿Las cosas van bien allá? Sabes a que me refiero.

Te extraño y espero poder verte pronto, tu linda ahijada

__________ :)

Cuando la azabache terminó de escribir la carta a su padrino, bajó de inmediato a la sala común y acompañó a su hermano a la cabaña de Hagrid, esperando que por un milagro él ya estuviera ahí pero no era así.

─¿Cuándo crees que volverá? ─preguntó Harry.

─No tengo idea.

Ambos escucharon un sonido extraño y luego vieron a una de esas criaturas como las que jalaban el carruaje volando por los aires y aterrizando en el bosque. Se miraron por unos instantes y después de debatir mentalmente durante unos segundos, decidieron que era mejor entrar al bosque para averiguar qué eran las criaturas.

No caminaron por mucho tiempo cuando se encontraron a una chica rubia y desgreñada con aire soñador que ya habían conocido antes, ella estaba rodeada de esas criaturas y acariciaba a una cuando la vieron. _________ notó de inmediato sus pies descalzos en el frio suelo.

─Hola, Harry y _________ Potter ─saludó con su voz tranquila y soñadora.

─Tus pies, ¿no tienes frío? ─le preguntó Harry.

─Un poco ─contestó la rubia─. Todos mis zapatos han desaparecido misteriosamente, sospecho que los nargles tuvieron algo que ver.

La criatura que ella acariciaba se alejó de ellos y __________ decidió preguntarle lo que tanto quería saber.

─¿Qué son?

─Se llaman Thestrals, son muy amables, pero, la gente los evita porque son un poco...

─Diferentes.

Luna asintió y comenzó a acercarse a un pequeño thestral, los mellizos la siguieron.

─¿Por qué no todos los pueden ver?

─Solo pueden hacerlo los que han visto la muerte.

─Así qué... tú haz visto morir a alguien ─murmuró la azabache.

─A mi mamá, era una bruja extraordinaria pero le encantaba experimentar y un dia un encantamiento le salió mal, yo tenía nueve años ─explicó Luna.

─Lo lamento ─dijeron los mellizos al unísono.

─Sí, fue algo horrible, aveces me siento demasiado triste por eso pero tengo a papá ─dijo con una pequeña sonrisa─. Por cierto, los dos les creemos.

Los mellizos la miraron confundidos.

─Que volvió el que no debe ser nombrado, que pelearon, y que el Ministerio y El Profeta conspiran contra ustedes y Dumbledore.

─Gracias ─dijeron al mismo tiempo.

─Al parecer ustedes son los únicos ─murmuró Harry.

─Yo no lo creo ─dijo Luna─. Pero supongo que es así como él lo quiere.

─¿A qué te refieres? ─preguntó Harry.

─Pues, si yo fuera quién tú sabes, querría que te sintieras aislado de los otros, porque logrando que te sientas sólo... no eres una gran amenaza.