Media hora después finalmente llegamos a nuestro destino. Cuando bajo del coche me encuentro frente una casa que parece una mansión, es bastante grande y tiene un jardín enorme. Caminamos hasta llegar a la puerta y al entrar me sorprendió lo grande que es la fiesta. La casa está llena de gente, la gran mayoría de ellos se notan que son universitarios o eso creo. Bailan, beben y muchos de ellos ya se encuentran algo borrachos. Adam nos dirige hacia un grupo de tres hicos que están sentados en uno de los sofás mientras que toman algo en sus copas.
-Hombre Adam, ¿vienes hoy con compañía? ¿Quiénes son estas preciosidades? -dice uno de los chicos con una sonrisa pícara en su rostro.
-Hola tío, yo también me alegro de verte, ¿solo te interesa la compañía que traigo?
-Entiéndelo hermano, si vienes con estas dos hermosas chicas poco interés voy a tener en ti, no te me pongas celoso- suelta en un tono de broma.
-Bueno siento decirte que una de las dos ya está pillada- informa Adam dirigiendo la vista hacia mi amiga y echándole una sonrisa a lo que ella le devuelve con otra.
-No te preocupes, mi debilidad siempre fueron las rubias- contesta mientras me sonríe y me guiña un ojo. Mi cara en estos momentos no sabría cómo describírsela. ¿Qué acababa de decir? ¿Eso que significaba? ¿Era un intento de ligar conmigo? No me esperaba para nada ese comentario. Sinceramente creo que lo ha dicho en plan broma, asique me lo tomaré como eso, una simple broma porque no creo que un chico como él quisiera fijarse en mí. Después de eso Adam nos presentó. El chico del comentario se llama Aiden, es un chico moreno de ojos color miel, su piel es blanca, delgado con una complexión bien definida y uno de sus brazos está completamente tatuado. El segundo se llamaba James y es moreno con ojos oscuros, un poco más alto y grande que Aiden, también presenta algunos tatuajes en sus brazos. Y por último, un chico de nombre Ethan, es castaño y sus ojos son de un color marrón casi negro, este a diferencia de los otros no lleva ningún tatuaje a simple vista que pudiera ver, es más alto que los demás, tiene el cuerpo bien definido y la sensación que me transmite es el de un tipo bastante serio.
-¿Queréis una copa chicas? -pregunta James
-¡Si! -dice Amalia sonriente y le sirve una copa de alguna bebida que no tengo idea de que es.
-Yo no quiero, gracias- respondo.
-Oh vamos preciosa una copa no te va hacer daño- dice Aiden mientras me acerca la copa que acaba de servir para mí.
-Es que yo no bebo -digo un poco tímida.
-Lia es solo una copa no te va a pasar nada, hemos venido para divertirnos ¿no? - me dice mi amiga intentando convencerme.
-Tu amiga tiene razón preciosa, aquí se viene a divertirse- me intenta convencer de nuevo Aiden acercando más la copa.
-Está bien -digo agarrando la copa –pero deja de decirme preciosa.
-¿Por qué preciosa? -me pregunta acercándose un poco y manteniendo su mirada fija en mí haciendo que mis nervios comiencen a aumentar poco a poco.
-Porque no lo soy- digo mirándole a los ojos a la vez que se puede notar lo nerviosa que estoy. Aiden se aproxima más a mi mientras sigue manteniendo su mirada puesta en la mía. En cuestión de segundos ya lo tengo tan cerca que hace que mi corazón late a una velocidad descontrolada. Es un chico bastante guapo y tener a un chico así tan cerca como comprenderéis pone nerviosa a cualquiera.
-Eres preciosa y no dejaré de decírtelo- me dice acariciando una de mis mejillas al mismo instante que noto como estas comienzan a tomar un tono rojizo.
ESTÁS LEYENDO
Hasta que logren acabar conmigo
Teen FictionLia Blake es una dulce chica de 17 años que tras la muerte de su madre no le queda más remedio que vivir con su padrastro, un hombre que hace que su vida sea un infierno. Un día asiste a una fiesta a escondidas y allí se topa con uno de los chicos m...