Capitulo 4 Un lunes de aventura 1/2

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La mañana había llegado, y con esta unos ruidos que hicieron que el apacible sueño de Denise se terminara. Sus ojos bicolor se abrieron, algo aturdidos, para luego buscar el causante de ese sonido que la había despertado.

—Buenos días, dormilona. —se oyó la voz de la señora Sarah, que le regalaba una suave sonrisa a la extranjera, mientras dejaba de tocar a la puerta, pues había logrado despertar a su inquilina.

Denise se incorporó suavemente sobre la cama, mirando todo a su alrededor, como si estuviese confundida aún por el sueño. Se talló los ojos, para luego mirar alrededor.

—¿Estás bien? —se le notaba la genuina preocupación por la joven, pese a que no la conocía.

—¡Si! Si. Lo siento, siempre tardo un poco en "carburar" cuando recién despierto. —sonrió ampliamente hacía la señora, que tras sonreírle, relajó la expresión preocupada, regresándole de nuevo el gesto.

—De acuerdo. ¿Deseas desayunar? —por respuesta afirmativa vio a una Denise muy entusiasta, que afirmaba con la cabeza. Esto provocó un par de risitas de la mujer. —Vale, te veo abajo en unos minutos. —cerró la puerta para darle privacidad a la chica y bajó las escaleras.

Denise miró por la ventana, el sol era cálido, inclusive la escena de aquel pueblo que podía mirar desde la cama, era bastante colorido, flores de múltiples colores, pájaros cantando, y uno que otro cuchicheo de la gente que ya había iniciado labores desde muy temprano. Eso la llenó de energía.

Llegó a la cocina, donde Sarah, de forma amable, le pidió que le ayudará a poner los platos para desayunar. Una vez este procedimiento acabó, la mayor sirvió el desayuno, huevos revueltos con jamón y frijoles. Algo que bien podía admitir Denise de ese lugar extraño, era que la comida era deliciosa, aunque diferente. Por lo que lo comió con gusto, feliz, disfrutando el silencio de la compañía de la mujer que estaba frente a ella.

—He estado pensando, y creo que sería muy buena idea que compraras algo de ropa, así podrías pasar más por alguien de aquí. Aunque, no me mal entiendas, tienes ropa muy bonita. —aclaró de forma rápida Sarah, pues no quería hacer sentir incómoda a la menor.

—Eso... eso es cierto. —miró su ropa, apenas cayendo en cuenta lo que decía Sarah. —Bueno, es que no tengo dinero para eso... Será un pequeño problema. —sonrió de forma avergonzada mientras subía los hombros.

—Querida, eso no es ningún problema. Espera aquí. —aún con una sonrisa en los labios, Sarah se dirigió hacía las escaleras, posteriormente se metió a su cuarto y tras unos segundos, salió, repitiendo el camino a la inversa. —Toma, con esto te alcanzará perfecto. Ya cuando puedas, me lo pagas, pero quiero que te sientas cómoda y feliz aquí.

Denise no podía creerlo, aquella muestra de afecto le conmovió. Tomó el dinero y abrazó a Sarah, mientras repetía una y otra vez "gracias".

—No te preocupes, ve a hacer tus compras, yo me quedaré a limpiar.

—Aquella muestra de alegría de la contraria, la hizo soltar otras risitas. Le inyectaba su energía.

—no, por favor. Deje que yo lo haga. Es lo menos que puedo hacer después de toda su hospitalidad. —en verdad que quería retribuirle por tan generoso gesto de su parte, pero la mujer negó su cabeza.

—Descuida. Ve a hacer tus compras, anda. —la tomó de los hombros, para girarla suavemente hacía la salida y le dio un par de palmadas.

—Anda, ve.

—De acuerdo, gracias. Amm... Pero... —articuló Denise que era casi empujada para que saliera. Cuando cruzó la puerta principal, logró darse la vuelta hacía Sarah, pero ésta cerró la puerta de forma rápida, evitando que la chica pudiera seguir hablando. —Yo sólo quería saber dónde está la tienda de ropa...

Se debatió entre tocar la puerta o dejar que su espíritu aventurero la guiase. Tras unos breves instantes, ganó la segunda opción. La travesía inició; sin embargo, mientras avanzaba en una dirección, notó que la gente le miraba raro, incomodándola. Pero no desvaneció su sonrisa, todo lo contrario, la mantuvo.

Se acercó a un señor de forma amable, para preguntar dónde se encontraba la tienda, pero éste, al verla vestida de una manera extravagante a comparación de ellos, la ignoró.

Continuó, sin darle mucha importancia. Luego, vio una familia, y de igual forma se acercó para pedir información. Ellos fueron amables, le indicaron a la joven a dónde podía dirigirse para llegar a la tienda. El niño pequeño, se quedó embobado mirando los hilos rojos de la vestimenta de Denise, que caían de sus hombros. Esto le causó gracia, por lo que le sonrió amablemente. Agradeció la información y se despidió de ellos con la mano, dirigiéndose a donde le habían indicado. Sin embargo se perdió, ese lugar era muy confuso, posiblemente por que no era de ahí y todo le parecía igual.

—Bueno, así conoceré mejor el lugar, ¿así conocieron nuevos continentes, no? Perdiéndose. Entonces, veamos qué encontraré.

Siguió con su buen humor, burlándose de cómo se había perdido en aquel colorido pueblo. Pero lo colorido no era parte de algunas personas, pues, algunos la ignoraban, otros le decían de forma un tanto grosera que se quitara de ahí, como si estorbara.

Poco a poco el desdén de la gente, la fue agobiando. Por lo que decidió parar para descansar un rato. Era increíble que pese a estar caminando tanto no hubiera encontrado una tienda de ropa. La mayoría de las tiendas eran carpinterías, herreros, fonditas.

Ahora le tocaba a ella mirar a la gente que caminaba, a lo mejor eso le ayudaría a pensar en solucionar aquella situación. Se sentó en una banquita que estaba al aire libre, mientras les seguía observando.

Sus ojos se abrieron como platos, pues, vio caminar a una joven alta, morena que se le hizo conocida. ¡Claro! Era una de las Madrigal, una de las personas que había conocido ayer. De forma inmediata, Denise se levantó rápido y fue tras Luisa.

—¡Luisa! Luisa, espera. ¡Lui...! —la joven chocó con la chica a la que estaba llamando de forma abrupta cuando ésta escuchó que le llamaban.

Hola de nuevo antes que nada muchas gracias por su apoyo a la historia y muchas gracias a Jessy_Sasia por la elaboración de este capitulo de la historia

dejo su Instagram : @jessysasia y se tratara de actualizar la historia un poco mas seguido

ultima cosa enserio muchas gracias por su apoyo a la historia

Sólo tú y nada más(encantó)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora