El agua fría corría entre mis manos mientras las lavaba en un lavadero que se encontraba en una isla de la cocina. Una chica rubia que vestía un vestido amarillo con detalles florales y su cabello recogido en una perfecta coleta, se paseaba cargando una bolsa de frituras y un plato hondo para sacarlas. Su nombre era Rose, era la novia de James un amigo de Nathan. Ellos eran los que vivían en esta casa. Era Domingo casi medio día y nos habían invitado a comer un asado para poder pasar tiempo juntos como de costumbre. Nathan y yo aceptamos cuando él recibió la llamada de James, no teníamos algo importante que hacer este fin de semana, además de que Nathan quería reunirse con sus amigos.
-Lex cariño ¿cómo has estado?- dijo Rose tratando de formar una conversación entre nosotras tratando de cortar el ambiente incómodo que se formó cuando entré en la cocina hace unos instantes. Ella tenía una sonrisa en su rostro tratando de parecer amigable.
- Bien- dije rápidamente mientras me secaba las manos en un paño- creo que todo ha estado en orden en mi vida por ahora. ¿Y tú?
-Me he encontrado muy bien, por no decir estupendo. Sabes, hace unos días James y yo hablamos sobre casarnos pronto, llevamos saliendo 5 años y creo que ya es suficiente para dar otro paso.
Después de eso ella siguió hablando sobre su trabajo en su empresa, sobre viajes que haría con James pronto y muchas otras situaciones que si alguien escuchara quedaría sorprendido.
Trate de ocultar la incomodidad que me consumía por dentro. Los amigos de Nathan no es que fueran malas personas o desagradables para convivir, de ese tipo de personas que tienen malas manías al comer o hablar, simplemente resultaba raro cuando me quedaba en una habitación con alguien más a solas, no sabía cómo hablar con ellos o continuar con su conversación, solo me limitaba a decir algunas palabras para no parecer grosera al ignorar todo. Acompañaba a Nathan a sus reuniones de amigos porque él me lo pedía y no podía negarme, me gustaba que él me tuviera en cuenta en sus planes de este tipo.
Rose continuó un rato más charlando sobre otras cosas que no puse atención, me perdí mirando mi mano recargada en la isla, admirando el esmalte morado en mis uñas. Realmente eso era más interesante para mí que escuchar sobre una boda perfecta que seguro sería portada de alguna revista popular. Ella sacó un recipiente de cristal del refrigerador donde había algún tipo de aderezo para la botana y me dijo que me vería en la mesa cuando empezaran a comer los demás.
Solté el aire que no sabía que estaba guardando. Las chicas del círculo social de Nathan eran muy hermosas, casi todos eran modelos ya que se conocían por la empresa de modelaje, haciendo que de alguna forma me sintiera fuera de lugar. Era como entrar a un lugar donde sin importar lo que vistiera me darían miradas intimidantes. No era muy diferente a su estilo de vida lleno de paparazzis en cada esquina o asistiendo a eventos de gala varias veces al año sinceramente, pero de alguna forma lograron que me sintiera como en la secundaria cuando eres la nueva de la clase.
Me senté en un columpio que colgaba del techo en el jardín Nathan se acercó a mí con una sonrisa grande en su rostro, estaba vistiendo unos pantalones de vestir y una camisa de botones con estampado negro que le habia regalado hace algunos meses, después de un pequeño viaje que hice a México por un asunto de trabajo. Él llevaba 2 cervezas en su mano, me ofreció una a la cual accedí amablemente. Tomó asiento aun lado mío, pasó un brazo por mis hombros acercándome a él. Me acurruque en su pecho y escuche atentamente los latidos de su corazón. Eran tranquilos lo cual me tranquilizaba en momentos de nervios o estrés.
-¿Cómo va todo?- pregunté mientras le daba un sorbo a la botella.
-James y yo acordamos ir al siguiente partido New York Knicks contra los Hornets, es dentro de dos semanas. Hemos apostado una cena en el restaurante que escoja el ganador.
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All my love for you-EN PROCESO-
Teen FictionLexie creía que el amor era pasional y que era como un tornado de emociones hasta que un viaje a Ashford le enseñó que era como ver un atardecer o nadar en un mar calmo. Lamentablemente ella no podría quedarse para siempre ahí y tarde o temprano deb...