Era un día particularmente tranquilo en la casi siempre caótica base orbital número trece, mejor conocida como "El Bunker".
Gracias a la valiente intervención de las unidades 2B y 9S, las peligrosas máquinas humanoides, designadas como "Adán y Eva", habían sido neutralizadas un par de días atrás. A sabiendas de esto, los altos mandos crían que era el momento de asestar un golpe crítico a sus enemigos acérrimos, las máquinas. Este vendría en la forma de un ataque sorpresa a gran escala que, de salir como se esperaba, les permitiría a los androides recuperar al planeta tierra. Los jefes sabían bien que esto conllevaría a un gran número de bajas entre sus filas. Así que, siguiendo uno de los principios fundamentales del arte de la guerra, un libro que hacía milenios fue escrito por uno de los primeros generales en dedicarse a estudiar esta misma, decidieron implementar una interesante táctica para levantar los ánimos entre los efectivos de la unidad de fuerzas especiales más letal con la que contaban: YoRHa.
Por supuesto, las primeras unidades en saber que algo sin precedentes se avecinaba fueron las operadoras, quienes, debido a la naturaleza de su trabajo, estaban siempre en el centro de mando del Bunker. Al parecer el alto mando sabía bien lo que se hacía, ya que desde el momento en que las androides lo escucharon quedaron fascinadas.
En cuanto 6O, la unidad operadora encargada de la unidad de batalla 2B, tuvo un poco de tiempo libre, trató de contactar con esta última para pedirle un par de cosas de la tierra y notificarle de tan gran evento, como se lo dictaban sus órdenes. Sin embargo, el Pod 042 no recibía ninguna llamada. La solución obvia fue visitar a su amiga en sus aposentos privados. Esto no representaría ningún problema, ya que por órdenes de la comandante toda unidad YoRHa de la superficie debía cesar actividades (dejando en su puesto a escuadrones asignados de androides de la armada) y regresar al Bunker a más tardar ese día.
La zona de alojamientos no era precisamente compleja, por lo cual 6O llegó a la habitación de 2B en cuestión de minutos desde su partida del centro de mando.
6O llamó a la puerta, sin embargo, la única respuesta proveniente del otro lado era un golpeteo apenas audible. Ya que nunca había escuchado nada similar proviniendo de una habitación, la unidad operadora se alarmó un poco, decidiendo entrar aún sin autorización. Por "suerte" para ella, dicha puerta estaba sin seguro.
— ¿2B? Soy 6O, voy a entrar.
La pobre operadora, desconociendo lo que estaba por encontrase, procedió con cautela. Las habitaciones, como de costumbre, se encontraban en un críptico estado de media luz.
Nada la hubiera podido preparar para lo que estaba a punto de ver. La escena era confusa y, a la vez, le resultaba un tanto fascinante.
En aquella mesita frente a la cual se encontraba una muy reforzada ventana que, a su vez, tenía una hermosa vista hacia el inmenso firmamento, estaba arrumbado el Pod 042 en estado de reposo, justo al lado de un vestido negro de estilo gótico, un par de guantes largos, un corsé blanco y, bajo ellos, un juego de botas altas.
En el otro lado de la habitación, más precisamente a un costado del librero, se encontraba 2B tumbada bocarriba, sobre su cama. Esto no sería nada raro si no fuera por el hecho de que la androide no llevaba puesto más que un par de medias y el escáner óptico con forma de venda. 6O también pudo notar que su amiga tenía ambas manos ocupadas. La izquierda estaba cerca de su boca, por alguna razón ella mordía su dedo índice, y su expresión, según le pareció a la androide, era como si 2B intentara contener con todas sus fuerzas un gran grito de euforia. La otra mano se encontraba entre las piernas, los dedos cordial y anular estaban doblados e insertados en una cavidad húmeda y rosácea. Algunas veces también colocaba los dedos índice y medio en la parte superior de la entrepierna y, a continuación, los movía exacerbadamente de un lado a otro.
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NieR Automata: Dos sombras
FanfictionTras lo que pareciera ser una odisea digna de una épica 2B y 9S, dos androides de YoRHa, lograron detener a los lugartenientes Adán y Eva. Sin embargo, durante el breve periodo de paz que esto trajo al bunker, algunos secretos íntimos salen a la luz...