24. Si no pica, no sabe

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-¿Me estás diciendo que antes tu apodo era pechuga? -hablo entre risas.

-Yo amaba comer pechugas, en verdad son muy culeros todos por aquí -hace un pequeño puchero.

Sigo riendo tomando mi estómago -Ven mi pechuga, nadie te hará bullying estando conmigo, o sea, solo yo te lo haré, pero nadie más -paso mi mano sobre sus hombros atrayéndola hacia mí.

-No es gracioso Greg.

-Claro que si lo es.

-Como si bicho y jirafa no fueran unos apodos graciosos o raros.

-Hey a nuestros apodos, no los ofendas -la hago a un lado y accidentalmente choca contra un poste de luz -¿Angela estás bien?

-¿Que si estoy bien?, Creo que sí. Nada más porque eres muy alto si no te empujaba al otro poste de luz -habla sobándose su codo.

-Vaya Angela, sigues siendo igual de ridícula -habla un chico detrás de nosotros.

-¿A quién le estás diciendo ridícula, idiota? -hablo girándome sobre mi propio eje, quedando enfrente del chico, el cual está igual de alto que yo.

-A ella -la señala con la cabeza -Uf, al parecer no la conoces, solía ser la más ridícula de todas las chicas de nuestra escuela -Él la mira de pies a cabeza -Tu cuerpo sigue siendo lind...

Él no acaba de hablar porque en cuanto menos se la espera le doy una cachetada, no suelo ser una persona agresiva, pero está vez lo amerita.

-¿Sabes algo? -hablo entre dientes -Ten en cuenta que de ahora en adelante si te metes con ella te meterás conmigo ¿Ok? Y puedo hacerte algo mucho peor que una simple cachetada -El chico no dice nada, solo se queda como estatua sobando su mejilla, después de un determinado tiempo da la vuelta y se va.

-Adiós Irving -habla Angela sarcásticamente.

-Oye Angela recuerda que no eres perfecta y aún teniendo a ese chico de cara bonita tampoco lo serás -grita el chico.

Ella no dice nada, cabizbaja sigue caminando jugando con sus dedos -Él tiene razón... Durante que estaba aquí jugaba el papel de ser la chica perfecta, pero no lo soy.

-Para mí lo eres ¿Si? Y eso basta para mí y también debería para ti, te preocupas mucho por las expectativas que tienen los demás hacia ti, cuando simplemente deberías de preocuparte por ti.

Al diablo lo que dijo mi profesor de historia, la verdad doy unos buenos consejos.

-Y ¿Sabes otra cosa? No te sientas inferior a las demás personas, porque tú eres tú.

Ella me mira, pero no dice nada, solamente me regala una sonrisa, esa sonrisa que es muy inocente.

-Creo que tienes razón, tengo que cambiar ciertas cosas de mí para poder sentirme bien conmigo misma.

-¿Hueles eso? -digo cambiando de tema.

-¿El aire?

-No, es otra cosa.

-Oh... Eso, son carnitas ¿Quieres probar una cemita?

-Para empezar que es eso, no quiero morir envenenado.

-Es carne de puerco cocida en...

No la dejó terminar -Oh, estaba en un intento de ser vegano, pero si dios quiere que está sea mi última comida no vegana la aceptaré, vamos.

Algo que he notado es que aquí comen demasiado picante, hace aproximadamente una semana Angela compro unas papas las cuales ya traían picante incluido, pero cuando llegamos a casa ella sacó una botella de salsa Valentina y le echó a la bolsa como si de eso dependiera su vida. Luego de terminar parecía un jitomate y por más agua que estaba tomando no se le quitó lo enchilado.

-¿Qué salsa quieres? -me dice Angela.

-¿Eh? No gracias, yo no como picante.

-Vamos, solo por esta vez si no pica no sabe -me guiñea un ojo.

-Ok, nada más por esta vez, pero muy poquita.

El señor me mira con una pizca de diversión -No eres de aquí ¿Cierto? Digo Angela, lo es porque es nuestra clienta oficial desde hace unos años, pero tú no.

-Uh no, no lo soy, solo estoy aquí de visita por algunos días.

-Bien... Te recomiendo la salsa verde, aparte de que no pica mucho es muy rica.

-Obviamente dice eso, usted la preparo. Pero está bien.

-Genial -Angela abre lo que es la cemita y pone un poco de salsa en ella -Cómela.

Han visto el capítulo en donde calamardo va a comer por primera vez una cangreburguer y la come como que con mucho miedo, bueno así estoy yo en este momento -Es muy rica -digo tratando de darle otra mordida.

-Pareces jitomate Gregory ¿En verdad pica mucho?

-Sí, está muy picante esto, pero sabe rico, creo que me podré acostumbrar.

Definitivamente en este momento me identifico con calamardo.

Luego de una hora comiendo y recibir bromas tanto de Angela y del señor, nos vamos a casa, llevamos unas cemitas para que Carl y mamá coman, aunque obviamente ellos se la pasan en restaurantes.

Pareciera que Carl se va a convertir en mi papá.

Cuando llegamos a casa, ellos están ahí viendo una película.

-Les trajimos esto -hablo acercándome a mamá dándole un pequeño beso en su frente.

-¿Qué es?

-No pregunten solo gócenlo.

Mamá y Carl abren emocionado la bolsa, sacan las cemitas y sin miedo la comen, al parecer a ellos no les causo nada de picoso la comida.

Los miro desconcertado.

-¿Qué? -hablan en un unísono.

-¿No pica?

-No, hemos estado comiendo cosas con chile, esto es muy poco para mi bebé-me dice Carl.

Oh genial, al parecer soy el único rato aquí, tendré que comer más cosas así.

-¿Vemos una película? -me dice Angela con una voz de niña pequeña.

-Si, pero está vez yo la escojo.

Nos vamos a la habitación, ya estando en esta nos acostamos en su cama y comienzo a buscar una película.

-¿Te gusta enredados?

-Me encanta.

En silencio vemos la película, ella dice algunos diálogos al igual que yo, reímos, nos abrazamos, ella finge estar dormida para que yo me enoje y en eso llega mi parte favorita.

-Y aquí está mi parte favorita.

-Esta igual es mi parte favorita.

Ella comienza a tararear la canción al igual que yo hasta que llega la parte en donde canta Flynn.

Ella aquí luce como estrella
Ella aquí, todo es claridad
Si aquí está, es fácil ver
Que aquí, hoy, quiero estar

Y la luz encuentro al fin
Se aclaró aquella niebla
Y la luz encuentro al fin
Ahora el cielo es azul

Es real brillando así
Ya cambió la vida entera
Esta vez todo es diferente
Veo en ti la luz

Veo en ti la luz

Y así ambos terminamos de cantar aquella canción.

-Deberíamos de cantarla cuando vayamos nuevamente a ver las estrellas -sugiere Angela.

-Sería un placer cantar contigo, bicho.

Dicen que cuando una persona canta frente a ti es porque se siente cómoda estando contigo. Y ahí fue cuando descubrí que los dos nos sentimos cómodos estando juntos.

𝔊𝔬𝔱𝔞𝔰 𝔡𝔢 𝔞𝔤𝔲𝔞 𝔡𝔲𝔩𝔠𝔢 [Terminada ✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora