Llegué a mi primera practica puntualmente. En realidad, la primera práctica era una junta general en el auditorio, para presentar los roles de cada uno, horarios de ensayo, encargados de vestuario, director, etc. La primera junta sería del cascanueces. Rosa y yo nos sentamos juntas en una de las filas del medio.
-Las hadas del invierno son de las partes más hermosas en el cascanueces – dije.
- ¡Lo sé! – confirmó Rosa – lo haremos bien, tú tranquila.
- ¡Atención todos por favor! – oí gritar desde el escenario a la directora Wang – El día de hoy acordaremos los horarios de ensayo para la gran presentación de "El cascanueces". Primero que nada, les agradezco a todos por su gran esfuerzo y resultados a lo largo de estos años de estudio. Todos ustedes están aquí por una razón, y espero que tanto yo como el profesorado no nos hayamos equivocado en nuestras elecciones. Antes de continuar, presentaré a nuestros dos protagonistas: Guinevere interpretará a Clara, y Gabriel será nuestro cascanueces.
Ambos subieron al escenario. Guinevere era la mejor bailarina de nuestra generación. Siendo sincera, creí que ella obtendría ambos protagónicos. Gabriel era algo presumido, pero era excelente bailarín. Hicieron una reverencia y volvieron a sus lugares. Guinevere nos dedicó una sonrisa antes de sentarse. No éramos grandes amigas, pero muchas de las cosas que sé son gracias a ella.
Poco a poco fueron presentando a todo el elenco. Las hadas de la primavera, los ratones y el rey ratón. Llegó nuestro turno, las hadas del invierno. Rosa y yo subimos junto con otras 8 compañeras. Todas hicimos una reverencia y sonreímos a nuestros compañeros. Antes de bajar, Nathaniel, el asistente de la directora Wang me tomó de la mano y me susurró algo al oído.
-Felicidades por el papel principal en el lago de los cisnes, sé que lo harás muy bien.
Le dediqué una sonrisa, y bajé del escenario para tomar lugar a un lado de Guinevere.
-Me da mucho gusto saber que estarán en esto conmigo – dijo – y me alegra mucho que te dieran el rol principal en el lago de los cisnes Ahri. Sé que lo harás muy bien.
-Gracias Guin. Estoy muy feliz.
Las hadas del invierno ensayaríamos 3 días a la semana, más dos días de ensayos generales, así que, tendríamos toda la semana ocupada. Salimos una o dos horas después, honestamente no recuerdo. Al salir, nos encontramos con Castiel y Alexy.
-¡Vaya! Me impresiona verte aquí, creí que no volverías este semestre – dijo Rosa.
-No se pueden deshacer tan fácil de mí – dijo Castiel riendo - ¿Y? ¿Cómo serán los ensayos?
-Pesado, es todo lo que diré – respondí – tendremos los 5 días de escuela ocupados.
- ¿Qué se presentará primero? Mi junta es hasta mañana – dijo Alexy.
-El cascanueces. Ya sabes, por navidad – respondí – y el siguiente semestre será el lago de los cisnes. Oímos decir a algunos estudiantes que la directora quería dos presentaciones en el siguiente semestre, pero nada está confirmado. Sería demasiado esfuerzo, y no creo que ningún estudiante lo soporte.
-Puede que tengas razón – dijo Castiel – sobre todo tú.
- ¿Eso que significa? – dije molesta.
-Significa que probablemente te cansarás y te dormirás en los ensayos.
Enrojecí. Le di un golpe en el brazo, a lo que él se puso detrás de mí, me sostuvo entre sus brazos y me dio un par de vueltas. Comencé a patalear.
-¡Castiel! ¡Bájame! – grité.
Rosalía y Alexy se reían a carcajadas, y Castiel igual. Me bajó y pellizco una de mis mejillas.
-No te metas conmigo Ahri. La siguiente vez no seré tan decente – dijo mientras se iba.
Enrojecí por completo y cerré los puños. Me hacía enojar demasiado.
-¡Es un estúpido infantil y ridículo! – grité.
-¿No sería mejor decirle que te gusta? – preguntó Alexy.
-¿Qué? ¿Cómo se te ocurre? Nunca podría gustarme alguien como él.
-Claro, lo que digas Ahri. Vamos, es hora de almorzar – dijo Rosa.
¿Gustarme? ¿Castiel? ¡Por favor! Algunas veces era muy infantil, aunque debo admitir que era uy atractivo. Muchas de las chicas de danza se juntaban solo para verlo pasar. Tenía cabello lacio, que llegaba al borde de su barbilla, rojo (le gustaba teñirlo) y lo peinaba con una pequeña coleta.
Durante el almuerzo, noté que muchas de las bailarinas nos miraban fijamente, como si esperaran algo.
- ¿Qué les pasa? – preguntó Alexy.
-Esperan a Castiel. Asumen que, porque Ahri está aquí, él vendrá y se sentará con nosotros – dijo Rosa.
- ¡Claro que no! – respondí.
-Oh Ahri, a veces eres tan inocente – dijo Rosa entre risas.
Fijé la mirada en mi almuerzo. Castiel y yo no siempre tuvimos una buena relación. En el instituto él era... muy cerrado, bueno, algo amargado. No sé bien cómo explicarlo. Cuando recién llegué, me daba algo de miedo. Con el tiempo, fuimos volviéndonos amigos. De hecho, fue él quien me convenció de entrar al conservatorio. Yo no estaba muy segura, tenía miedo.
"Jamás sabrás de lo que pudiste haber sido capaz si no lo intentas" – me dijo.
Gracias a él accedí, y hoy soy de las mejores del conservatorio. No la mejor, como dije, Guinevere es la mejor de todo el lugar.
El día de clases terminó sin complicaciones. Fueron más que nada prácticas. Decidí ir a casa. Nuestro primer ensayo sería hasta el miércoles, así que quería descansar todo lo que pudiera.
Me coloqué mis audífonos y comencé a caminar. La música clásica me encantaba, incluso antes de estudiar ballet, pero también me gustaban bandas como Black Veil Brides, Sleeping with Sirens, etc. Sentí un brazo rodeándome por la izquierda, y cuando miré, era Castiel.
- ¿Qué se te ofrece? – pregunté. Creo que le había hecho esa pregunta más veces en mi vida que un saludo.
-Fue un día pesado. Invítame a comer – dijo sonriendo. Sentí que mi corazón se aceleraba un poco. Tomé su mano y retiré su brazo.
- ¿Por qué habría de? Mi día también fue cansado. Más bien tú deberías invitarme a comer.
Castiel frotó su barbilla un momento, y miraba pensativo hacia el frente. Me quedé mirando fijamente sus labios, y sentí mis mejillas arder.
-mmm... ¡De acuerdo! Me agrada tu plan. Tómalo como una comida de celebración.
- ¿Celebración?
-Si. Es mi obsequio por haber sido seleccionada para ser Odette.
Sentí que mi corazón latía más fuerte.
-Te queda el papel. Te creo capaz de irte con un extraño.
Mis latidos se regularon, y le di un golpe. Castiel tenía ese don de decir algo agradable, y arruinarlo con una mala broma.
-De acuerdo – dije – pero quiero algo rico – sonreí.
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Danza de Azúcar
FanfictionEsta historia es un fanfic basado en el juego otome Corazón de Melón. Todos los personajes son propiedad de beemov, pero la historia es de mi autoría.