Julio 20, 1969
En algún lugar al norte de Escocia
Cabaña de verano de Los Black
3:30 p.m.
Los Black estarían mintiendo si dicen que sus viajes a Escocia son por mero placer. Siendo un lugar al que pueden ir seguido, la familia prefería realizar viajes a otros lugares. De preferencia, alguna villa francesa alejada de la gente. Sin embargo, cuando ese día habrá un evento muggle de mayor escala y no tienes plan para salir del territorio, lo mejor que puede hacer la familia Black (al menos la que vive en una zona muggle) es huir a su cabaña al norte de Escocia.
Walburga y Orion se habían llevado a sus hijos a aquel lugar sin esperarse a encontrar a Alphard, el hermano menor de la señora.
Al igual que su hermana, Alphard tenía tenía un cabello castaño casi negro, ojos grises y piel pálida. La mayor diferencia era la severidad en la mirada de Walburga, la cual era ausente en él. Parecía que debía ser así. A lo que dos hermanos se veían siempre advirtiendo el peligro, uno debía traer la calma a ese momento.
Frente al lago, Alphie le explicaba a la menor de sus sobrinos unas técnicas para su defensa propia. Empezó con la niña dando golpes contra las palmas de sus manos. Al inicio, venían con poco impulso, pero gran impacto, causando que a Stella le dolieran los nudillos. De a poco, ya eran golpes con cierta técnica y dejaban doliendo sus manos.
Alphard notaba su mirada decidida a golpear mejor, haciendo que una sonrisa ligera apareciera en su rostro.
—Tienes la postura bien, también la teoría—Alphard iba observando con atención la forma en la que su sobrina estaba parada—. Recuerda que el impulso que el impacto y los puntos clave.
—Sí, señor—afirmó Stella con voz suave, aunque su tío arrugó la nariz—. Digo, tío Alphie.
—Excelente—le acarició la cabeza suavemente—. Ahora, probemos ¡Sirius! ¡Te tengo un regalo!
Su hermano mayor corrió hacia donde ellos con rapidez y emoción. Sirius jugó con las mangas de su camisa arremangada y miró a su tío y hermana.
—Bien, lo que tienes que hacer es pararte aquí—Alphard lo acomodó frente a Stella y la miró—. Okay, ahí...
Entonces, con un rápido, Stella le dio un golpe a Sirius directo en el puente de la nariz. Su hermano sujetó esta adolorido.
—¿Y eso a qué vino?—exclamó su hermano sintiendo como sangre emanaba de la herida.
—El tío Alphie me estaba enseñando a golpear—Stella se sentó en el suelo comenzando a soltar delicadamente las trenzas que llevaban.
Walburga se acercó a su hijo suspirando pesado. Ella sacó su varita y, con un movimiento suave, corrigió la nariz de su hijo mayor antes de que este comenzara a correr. Miró a su hermano un momento y negó con la cabeza.
—Alphard, no deberías enseñarle eso a Columba, es una señorita—comentó seria terminando de acomodar su cabello en un recogido alto, haciendo más claras las facciones marcadas de su rostro.
—Walpurga, Stella necesita saber estas cosas ¿Qué pasa si la quieren atacar?—Alphard se sentó al lado de su sobrina tranquilo.
—Tendría su varita. Además, en ese caso, siempre estaría acompañada por alguien—Walburga se cruzó de brazos.
—¿Y si no lo está y no tiene varita?—Alphard la miró y le sacó la lengua—. También unas lecciones de esgrima te vendrían bien.
—¡Sí!—exclamó Stella emocionada.
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La Noble Casa Black
FanfictionEn la noble casa Black, lo más importante es la pureza de sangre. Sirius, Regulus y Stella Black han sabido desde que eran muy pequeños. El respetar o no aquella ley, dependía de ellos, pero debían atenerse a las consecuencias. Mientras tanto, era...