Prologo.

3.7K 239 1.3K
                                    

✩ Notas del autor: ¡Hola mis bonitos lectores! ¿Qué es esto? Como sabrán, hace poco estuve en una hospitalización igual intensa y lo unico que quería y pensaba era en escribir algo lindo y estupido que me diera confort, pero todas mis tramas activas están más o menos densas así que taran. Este fic es basicamente un AU universitario donde Ash es líder de pandilla y el único que le hace frente es Eiji (por supuesto, del bando contrario, es decir, de Yut-Lung), por eso tienen una rivalidad bien intensa que va cambiando a algo rosita y lindo con los capítulos.

✩ Género: Au University/ Fluff/ Domestic Comedy/ Enemies to friends to lovers.

✩ Ship: AshEiji/ MaxGriffin/ WongLung.

✩ Advertencias: Aclaro desde ya que no hay advertencias muy fuertes, el pasado de Ash no es canon en el fic. Pero sí hubo un incidente en Cape Cod con el entrenador de béisbol el que si bien, nunca pasó a "mayores" es tema para Ash, porque a fin de cuentas es fuerte que un adulto en quien confías te manipule así, aun si te das cuenta de adulto, este punto y que Griffin se haya enlistado en la guerra sumado a su relación con Max, son los principales quiebre de Ash, pero más que nada, es un adolescente encontrando su lugar en el mundo, nada tan terrible.

¡Espero que les guste!

Aslan se quedó dormido con la esperanza de que al despertar las cosas serían diferentes por arte de magia, que sus problemas se habrían resuelto como si hubiese llegado a una realidad paralela, o tal vez, yendo un poco más lejos al narcisismo, des...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Aslan se quedó dormido con la esperanza de que al despertar las cosas serían diferentes por arte de magia, que sus problemas se habrían resuelto como si hubiese llegado a una realidad paralela, o tal vez, yendo un poco más lejos al narcisismo, deseó que el mundo se hubiese moldeado a sus propias necesidades como las historias que suele escribir. Al abrir los ojos esta mañana se dio cuenta de que absolutamente nada había cambiado y al contrario de sus vacilantes expectativas, empeoraron. Tal como todos los días, se quitó la sábana de lino pegoteada y empapada de sudor mientras el verano sangraba desde la ventana y el apartamento se inundaba por una patética canción.

«Oh, My Darling Clementine», mierda, la canción favorita de Griffin, Ash adora escucharlo tararearla mientras prepara con su sonrisa energética el desayuno sobre aquella isla de granita ridículamente extravagante para la que ahorró desde que estaban en Cape Cod.

Oh my darling, oh my darling.

Oh my darling, Clementine.

Una canción para ancianos por donde se mire, la interpreta Freddy Quinn y es tan mala que ninguna estación de radio la dilucida y convienen escuchar el mismo casete una y otra vez pese a la existencia de aplicaciones como Spotify, pero su hermano es chapado a la antigua, es parte de su encanto, Ash lo piensa, uniéndose al tarareo de la canción. No es su tonada favorita. No es su género favorito. No es su cantante favorito. Ni siquiera es su ritmo favorito. Aun así...

You are lost and gone forever.

Dreadful sorrow, Clementine.

Pero Max está ahí cuando va a unirse a la canción y Ash sabe que el universo no ha cambiado y todos los problemas que lo acomplejan siguen ahí, que el invasor no desaparecerá de su apartamento por muy fuerte que apriete los párpados, que deberá lidiar con la carcasa que la guerra convirtió a Griff, que Irak habita en cada rincón de su apartamento, royendo bajo la alfombra, pudriendo el suelo de madera e incluso, esa colcha regalona que esconde bajo la cama. Sí, nada cambió esta mañana.

Love struck.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora