Se proclaman nuevas leyes, para aceptar a los híbridos en la sociedad, después de todo, estamos en el mismo mundo. Pero aún permanecen áreas prohibidas donde se permite la caza y esclavización de los híbridos, y se niegan rotundamente a quitarlas, ¿...
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Prohibición de híbridos en Seúl. Manifestaciones pacificas que se vuelven violentas, la caza de híbridos regresa a extenderse hasta por Busan y Daegu. El distrito Jung se volvió comercial negro para los híbridos, venta de disecciones, carne y esclavos.
Pocas partes eran seguras para los híbridos, afortunadamente la isla los mantenía a salvo, la gente en ese lugar era buena.
Afortunadamente....
MoonJo estaba con sus bebés, acariciando sus cabecitas, los ojos de los tres híbridos de mininos estaban atentos a su padre, sus oídos se fascinaban ante la melodía que escapaba de los rojos labios. Estaba cantando una bonita canción de una película que había visto tiempo atrás con Hunie, llamada La la land, la canción; City Of Stars.
Los menores estiraban sus manitas, mismas que MoonJo sostenía con cuidado entre sus dedos, apagó la lámpara de su izquierda, mientras aún cantaba, la habitación se hizo oscura, y los ojos de los pequeños se fueron atentos al techo que era iluminado por varias estrellas fluorecentes que JongWoo había traído para MoonJo tal como se lo había dicho.
Sonrieron, lo que hizo sonreír también a MoonJo, pasó sus largos dedos por las mejillas de sus adorados niños.
Tenía que hacerlos dormir, aunque a él no le molestaría quedarse toda la noche jugueteando con ellos, después de todo tampoco podía conciliar el sueño, le costaba mucho quedarse dormido.
Se recostó al lado de los niños, rodeándolos con su brazo derecho, jugueteando con las manitos de Yuri, quien miraba con atención los largos dedos de su padre, sonreía.
- Por favor, quédense así.... no crezcan.... - Murmuró - No quiero que crezcan.... es aterrador.....
Acarició la cabecita de Yuri, ella aún trataba de sostener su mano, HwanJeong ya se había dormido, Haneul soltó un bostezo, MoonJo los miró con ternura.
- Preciosos.... mis estrellitas...
Yuri soltó un sonidito de su boca que hizo a MoonJo estremecerse y hacer que su cola se erizara por los nervios.
- También te quiero.... - Soltó a pesar de que Yuri solo haya estado balbuceando, él sólo quiso traducir el idioma bebé.
Finalmente después de unos minutos, el sueño los venció a todos, incluso a MoonJo, los 4 dormidos en su forma humana.
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Pero, ¿por qué hay tanto ruido?
Las orejas de MoonJo se alzaron, sus ojos se entre abrieron, estaba cansado y apenas podía levantarse, sus brazos se sintieron inquietos.
- No... - Abrió de par en par sus ojos, los niños no estaban, ninguno de ellos.
Se levantó, estaba oscuro y las estrellas sobre su cabeza se distorsionaban ante el mareo que tuvo por el repentino movimiento.
