Capítulo 2
>>Sabrina<<
Me desperté cuando sonó mi alarma a las 6.30 am, me bañé rápidamente, guardé en mi mochila la laptop ya que después iría a la casa de mi amiga y fui caminando hacia el trabajo mientras escuchaba música. La jornada se me pasó muy rápida porque estuvimos acomodando mercancía nueva, antes de irme Javier me prometió que al dia siguiente me daría una respuesta a mi pedido y con una enorme sonrisa caminé hacia la casa de mi compañera de proyecto. Al llegar vi que faltaban pocos minutos para las 5 pm pero supuse que no habría problema así que toqué el timbre
- Hola Sabrina – saludó sonriente su madre – Pasa, ponete cómoda
- Gracias Mariana – me seguía resultando raro llamarla por su nombre – Romina me pidió que viniera para trabajar en el proyecto que debemos entregar mañana
- Me llamó hace unos minutos para decirme que estaban un poco atrasados – dejé mi mochila en el sillón – Supongo que no hay problema si la esperas un rato
- Claro que no – sonreí – Puedo esperar aquí para que continúes con lo que estabas haciendo
- Estaba tomando una copa de vino en la cocina así que podes acompañarme – asentí, fui detrás suyo y tomamos asiento una frente a la otra con la hermosa isla de por medio - ¿Te gusta el tinto?
- Soy más de cerveza – contesté apenada, ella fue hacia el refrigerador y sacó una botellita de Corona que después de destaparla me la entregó – Muchas gracias
- ¿Acabas de salir del trabajo? – asentí después de darle un trago a la fría cerveza – Me contó Romina que estabas un poco estresada porque casi no tenes tiempo libre
- Entre semana no me duermo casi nunca antes de las 3 am – conté jugando con mi botella – Por suerte ya hablé con mi encargado y me va a hacer trabajar menos horas – sonrió - ¿Puedo preguntar de que trabajas?
- Claro, tengo un spa junto a mi mejor amiga – respondió mirándome
- ¿Hace cuánto? – interrogué interesada
- Para responder esa pregunta debo contarte un poco la historia – asentí – Cuando cumplí veintidós años mi esposo comenzó a trabajar como trailero, pasaba mucho tiempo sola así que por diversión Vero me propuso que hiciéramos jabones artesanales – levanté las cejas asombrada – Salíamos a venderlos en la mañana cuando Romi estaba en la escuela – pensó un momento – A la gente le gustaron mucho así que decidimos hacer un curso para aprender a hacer otros productos y en unos meses empezamos a vender cremas corporales y shampoo – sonreí al verla tan entusiasmada por contar su historia – Sin saber cómo teníamos muchísimos pedidos así que con las ganancias alquilamos un local pequeñito – sirvió más vino en su copa – En todo momento quisimos más así que nos inscribimos en un curso de masajista y cuando nos entregaron el certificado alquilamos un local más grande, compramos camillas para poder dar masajes y en cuestión de un año teníamos muchísimos clientes – dio un largo trago a su bebida – Puedo decir que comenzamos hace catorce años pero con la empresa establecida tenemos nueve
- Parece todo muy fácil – comenté observando como jugaba con su dedo índice en el borde de la copa
- Parece pero no lo fue – recogió su cabello en una cola alta – Mi marido no me apoyó cuando le comenté sobre el proyecto así que del dinero que me enviaba para Romina tomaba lo que sobraba para invertir pero al enterarse se enojó muchísimo y comenzó a enviar menos cantidad – al ver que me había acabado mi bebida me entregó otra – Cuando comencé a ganar mucho dinero jamás volvió a darme un centavo si no era exclusivamente para nuestra hija – me sentí molesta al escuchar esa parte de la historia – Hoy en dia me encargo de la parte administrativa y ayudo cuando queremos hacer productos nuevos pero Vero prefirió continuar con el trabajo de campo
ESTÁS LEYENDO
Donde Menos te lo Esperas
Roman d'amourA veces no importa que tanto busquemos, el amor aparece Donde Menos te lo Esperas.