MC: ¿Hablar con Alan Bloomgate? ¿Estás seguro de eso, Jake? Siempre me has pedido que no lo haga.
Jake: Lo sé, pero las cosas han cambiado.
Jessy: Jake, no puedes estar hablando en serio. Si MC revela su identidad ante Alan puede ir presa, ¿no lo ves? Es culpable de un delito de atropellamiento, pueden volver a abrir el caso.
Jake: No lo harán, ese delito ya prescribió.
Jessy: Está bien, pero ¿se te olvida que hemos cometido otros más? Hemos estado interfiriendo en una investigación criminal.
Jake: Si hubiesen podido presentar cargos por eso ya lo habrían hecho.
Gabe: Jake, lo que tienes en mente es que sólo hablemos con él, ¿verdad? No estás pensando en...
Gabe no dijo más, pero Jake tampoco respondió, sólo bajó la cabeza muy serio. Jessy y yo nos quedamos mirándolo en silencio y Gabe volvió a hablar a través del altavoz:
Gabe: Está bien, voy saliendo para allá, ya he terminado aquí. Por favor no tomen ninguna decisión hasta que llegue. Y te lo digo a ti, Jake, ¿me escuchaste? Tenemos que hablar y lo sabes.
Jake: Vale, date prisa.
Gabe colgó, mientras yo me preguntaba a qué se refería. ¿Qué estaba pasando de pronto? Recordé las palabras de Jessy la noche anterior, ¿tendría razón? ¿Jake y Gabe nos estaban ocultando algo? Ya estaba cansada de secretos y decidí que era momento de salir de dudas de una vez, pero no tuve tiempo ni de abrir la boca porque mi ringtone comenzó a sonar a todo volumen.
Miré a la pantalla y no pude evitar un latido de miedo y sorpresa: hablando del rey de Roma... Alan Bloomgate me estaba llamando. ¿Cuáles eran las posibilidades de que eso ocurriera en este justo momento? Miré a Jake nerviosa, mostrándole el nombre sin saber muy bien qué hacer.
Jake: Vale, cálmate, no te preocupes. Sólo descuelga el teléfono y pon el altavoz, saldrá bien.
Así lo hice, y enseguida escuchamos la voz del Jefe de Policía:
Alan: Buenos días, ¿estoy hablando con MC?
MC: Sí, ¿qué se le ofrece?
Alan: Bueno, dado que no ha respondido a mis llamadas y mensajes anteriores, eligiré pensar que no los ha visto. Llamo en referencia al caso de Amy Bell Lewis y Hannah Donfort.
MC: ¿Cómo puedo ayudarle?
Alan: Sería conveniente que pasara por mi oficina, prefiero que conversemos en persona.
MC: Lo siento, no vivo en Duskwood. ¿No podemos hablarlo por teléfono?
Sentimos un resoplido del otro lado y una pequeña risita.
Alan: Vamos, señorita, ¿en serio? Sé perfectamente que usted se encuentra en Duskwood ahora.
¡¿Qué?!
Alan: ¿Cree que no la reconocí cuando vino con su amigo el otro día?
MC: Lo siento, pero yo no...
Alan: Hasta ahora no me he entrometido en la pequeña investigación que están haciendo usted y su grupo, pero creo que es hora de que hablemos. Dejémonos de juegos ya, el tiempo está corriendo para Hannah.
Yo no salía de mi asombro, ¿qué debía hacer ahora? Miré a Jake y a Jessy buscando respuesta, pero Alan volvió a hablar:
Alan: Puedo hacerla hablar por otras vías, pero prefiero que nos llevemos bien, estamos en el mismo bando. Si no quiere venir a mi oficina podemos vernos en cualquier otro lugar. Una zona neutral, digamos. El hacker puede venir también.
ESTÁS LEYENDO
Duskwood: el hombre tras la máscara
FanfictionAmor, miedo, amistad, incertidumbre: los cuatro puntos cardinales sobre los que gira la vida de MC desde que se unió a los intentos de encontrar a Hannah. Fascinación, temor, esperanza, preocupación: las cuatro emociones que han tomado la vida de J...