Jason
Cuando me senté en la mesa donde estaban Mason y Mónica, lo hice para escapar de la odiosa novia de mi primo Justin, que ahora había decidido sentarse en nuestra mesa. Esa chica era una manipuladora e insoportable y no estaba dispuesto a soportarla, es peor que un dolor en los huevos.
Pero entonces al sentarme con los mellizos Williams me doy cuenta que al lado de Mason hay una rubia que trata de cubrir su cara con su pelo y come su ensalada como si fuera lo más interesante del mundo.
Mientras Mason habla sobre una rubia tetona que conoció en una fiesta el sábado. Yo me quedo observándola, se que la he visto en algún lugar.
Entonces mi mente hace click y la reconozco, es la rubia que llegó cuando Candy y yo nos partíamos la boca a besos contra su auto. Al parecer no quiere que la vea, pero eso no será posible. Porque de hecho me parece que se ve muy sexy enojada. Así que le hago saber que la reconocí.
—Hola, rubia odiosa.
La rubia se quita el cabello de la cara y me mira con hastío. Ahora a la luz del día podía verla mejor. Tiene ojos azules y grandes, pestañas tupidas, nariz respingona y boca pequeña. Su piel es nívea y de verdad puedo decir que parece una barbie. Es demasiado hermosa incluso mirándome con el ceño fruncido como si odiara el hecho de que me hubiera sentado en su mesa.
Me ignora y sigue comiendo su ensalada.
—¿Ustedes se conocen? —pregunta Mónica mirando de la rubia a mi de hito a hito.
—No, es solo que en la fiesta del sábado él y su chica, casi follan en el capó del auto de Madison.
—Si, definitivamente eso sería algo que Jason haría. —dice Mason divertido.
—No es mi chica. —aclaro.
—Pues no me interesa si es tu chica o no.
—Creo que alguien está algo celosa de que no sea ella a la que haya casi follado sobre un auto.
—Alucinas ¿acaso estás drogado? ¿Como podría estar celosa de alguien que no conozco? Además no eres mi tipo, no ando follando con imbéciles, ni que estuviera tan necesitada.
—Bueno básicamente si lo estás, dejaste a Anthony y ya no tienes a nadie, uno necesita follar amiga.
—dice Mónica y la rubia la fulmina con la mirada.—Así que estás soltera.
—No te importa ¿por que mejor no buscas a alguien más a quien joder?
—De hecho me gusta esta mesa y desde el sábado me he dado cuenta que me gusta joderte, enojada te ves muy sexy.
Ella resopla.
—¿Seguro que no se conocen? —pregunta Mónica. —Es que hay mucha tensión sexual aquí.
—Mónica mejor come, mantén tu boca ocupada y no digas estupideces. —dice la rubia bastante exasperada.
Decido que por ahora dejaré a la rubia odiosa tranquila, me acomodo en la silla y dejo mi mochila en el suelo, le hago señas a la mesera para que venga a tomar mi pedido. A ella se le iluminan los ojos cuando me ve, cuando se acerca noto que está nerviosa, lo cual me parece tierno.
Le pido que me traiga una hamburguesa con papas y un refresco, ella anota en su libreta y se va, no sin antes sonreír como el gato de Alicia. Supongo que tengo que tengo ese efecto en las chicas, bueno, menos en la rubia odiosa.
La rubia retoma su conversación con Mónica, mientras yo finjo poner atención a la perorata de Mason sobre que soy muy afortunado con las mujeres. Y la verdad no es por alardear, pero nadie me ha dicho nunca que no, obvio siempre soy claro con ellas, siempre les dejo claro que las relaciones no son lo mio y ellas lo aceptan, nos divertimos y luego cada quien por su lado. Así es mejor.
—¿Entonces Anthony quiere volver? —le pregunta Mónica a la rubia en voz baja, aunque no lo suficiente para que yo no las escuche.
—Si, me lo dijo hace un rato, pero no es justo con él, no estoy enamorada y no estoy en busca de una relación, yo se que en un tiempo él lo va a entender.
—Pero entonces necesitas a alguien que te ayude con tus deseos ya sabes. —le dice Mónica subiendo y bajando las cejas.
—No estoy desesperada, ya llegará. Tampoco iré por ahí buscando a alguien para follar, supongo que eso solo debe darse y ya.
Entonces la rubia odiosa tampoco le van las relaciones serias, eso es una buena noticia. Porque tal vez quiero hacer que use toda esa energía que usa para insultarme, encima o debajo de mi. Me gusta, es sexy, es hermosa y supongo que el hecho de que me haya rechazado lo hace interesante como un reto.
—Hola, Jason. —una voz femenina me saca de mis cavilaciones.
Una chica alta y con cabello de color morado me mira como si quisiera comerme, se que nos hemos enrollado, pero mierda no recuerdo su nombre.
—Ah, hola...
—Alanna. —dice con un atisbo de decepción.
—Claro, Alanna.
—Solo quería invitarte a mi casa hoy, mis compañeras no estarán y la última vez que fuiste nos divertimos mucho.
La verdad es que lo recuerdo, si fue un buen sexo.
La rubia odiosa mira por el rabillo de su ojo la escena ¿No que no le importa?
—De acuerdo Alanna ahí estaré.
—Te espero a las ocho.
—A las ocho entonces.
Ella deja un beso en la comisura de mis labios para luego alejarse contoneando sus caderas.
Y no se porque estoy pensando que me gustaría que ese beso me lo diera la rubia odiosa, se ve jodidamente sexy y tiene una boquita bastante besable.
Salgo de mis pensamientos cuando la rubia se levanta de la mesa con cara de pocos amigos.
—Nos vemos al rato Mónica y Mason.
Toma sus cosas de la mesa y luego la veo alejarse.
Mierda ese pantalón le hace ver un bonito culo.
Así que decido que molestarla un poquito más no estaría mal.
—Adiós rubia odiosa, que tengas un feliz resto de la tarde.
Ella no voltea, pero me la imagino poniendo los ojos en blanco o resoplando.
Mientras más parece que no me soporta más interesante se me hace. Pero lo primero que debo saber es su nombre. Y por supuesto el chismoso de Mason no tarda en decírmelo.
Se llama Carla. Me gusta su nombre y por supuesto ella también.
Hola nuevo capítulo ❤️ espero les esté gustando la historia, a mi personalmente me encanta, pero bueno supongo que yo no cuento pues soy quien la escribe. Recuerden votar si es que le gusta la historia y comentar, se los agradecería mucho ❤️
Instagram:@marlingfelipe
Twitter:@marlingydalisVoy a actualizar todos los jueves, así que nos vemos el próximo jueves 😘
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Mi Lugar Seguro 🔞
RomanceCarla no cree en el amor. No después de ver como su padre engañaba a su madre, no después de ver como este dejaba a su madre por otra mujer sin si quiera darle una explicación. Ver a su mamá sumida en una depresión por la ruptura tan poco empatica l...