Leonard no consiguió reaccionar de forma tan veloz y al simplemente pestañear, los ojos inminentes desaparecieron. Quedó boquiabierto al contemplar lo anterior, no podía explicar el fenómeno que acababa de ocurrir, creyó que por un momento estaba paranoico pero aseguró el haber identificado esa mirada en las penumbras.
A pesar de todo, aún se podía sentir esa presencia de alguien entre los árboles, a lo que Leonardo dijo:
-¡Sal de dónde sea que usted permanece en esta arboleda!- exclamó con egoísmo.
Pero no hubo respuesta alguna, eso lo desesperó fuertemente, fue momentáneo al atender al sigiloso sonido del silencio, la calma retornó a su puesto y eso hizo que soltara un ligero suspiro de alivio.
Al no oír o ver a nadie se retiró del bosque con curiosas dudas rondando por su mente, se sintió extraño porque nunca tuvo un caso tan peculiar como ese... Sentía que alguien lo perseguía en su mente, sus pensamientos empezaron a invadirse de suposiciones como por ejemplo: Que pasaría si podría elaborar más pinturas relacionadas con el libro, iba murmurando el recuerdo de lo que había visto, imágenes de la chica no podía faltar en su cabeza. ¿Y si realmente eran de ella los ojos que había visto?
En definitiva, creía haber pasado algo irreal.
Cuando Leonard volvió a casa miró la obra que pintó, la notaba aún más viva y al darse cuenta de eso tuvo una singular idea.
Procedió a coger un gran lienzo nuevo, vacío, uno de los más limpios que encontró y empezó a dibujar su propia mesa. La recorrió toda con su mirada para saber si algo estaba encima de esta y vió que había un lápiz 2H.
Se aseguró de ilustrar hasta la posición del lápiz, debería de hacerlo perfecto salvo que añadió otro lápiz que no estaba ahí, un lápiz HB inventado.Después de varias horas exactamente unas tres o cuatro, el joven echó un vistazo a la mesa y al lienzo, claramente allí no había ningún lápiz de más. Él todo decepcionado se levantó para irse a la sala de estar pero de lo que no se fijó fue que con sus botas negras pisó ese lápiz HB inventado sin querer que estaba debajo de la mesa, apareció de la nada pero no pudo notarlo...
Alguien tocó al timbre, debajo de su puerta había una carta sellada de color azul. Se dispuso a recogerla, se sentó en una silla delante de una mesa y abrió el interesante papel.
"Querido Leonard Sandoval.
Le convidamos a la conmemoración de San Nicholas, como ya sabrá usted es su hijo y debería de venerar a su difunto padre siendo así queremos que asista por favor.
Cordialmente Beatriz de Vívar."
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El Arte Maldito [INCOMPLETA]
Ficção HistóricaLa historia transcurre en Londres 1853. En la época victoriana, hubo un joven aristócrata que se dedicaba a la pintura en Gran Bretaña. Se decía que hizo un pacto con el diablo para conseguir sus deseos más ocultos y vivir eternamente junto a ellos...